Técnicas para concentrarse en los estudios
La falta de concentración durante el estudio afecta
de forma significativa al rendimiento académico
"El problema es que no me concentro". Esta excusa
es habitual en muchos estudiantes de primaria o secundaria que, tras varias
horas de estudio o trabajo, comprueban que el rendimiento ha sido nulo o muy
escaso. ¿Se puede remediar este problema? Los especialistas afirman que todos
los estudiantes tienen capacidad para concentrarse, pero hay que
entrenar y practicar desde pequeños para que sea efectiva. La adquisición de
distintas técnicas y hábitos de trabajo puede corregir en gran medida la falta
de concentración.
Se debe actuar desde el momento en que se detecta la desconcentración
Por ese motivo, desde los primeros momentos en los que se detecta, es importante actuar para evitar que el problema se prolongue en etapas educativas posteriores. Los progenitores pueden ayudar a sus hijos si les inculcan desde muy pequeños determinados hábitos de trabajo y estudio y si practican con ellos ciertas técnicas mentales que favorecen el desarrollo de la capacidad de concentración.
Siete hábitos para concentrarse
1. Ambientación
del lugar de trabajo: para evitar distracciones que afecten a la
concentración del estudiante, es esencial contar con un lugar de estudio
aislado, libre de ruidos y sin elementos que puedan favorecer la falta de
atención.
2. Elegir
el mejor horario: en el momento de elegir el horario de estudio, el
alumno debe atender a sus preferencias según la hora en que se concentre mejor
(por la mañana o por la noche), pero también de acuerdo al momento del día en
el que pueda obtener mayor tranquilidad en el espacio de trabajo y a las horas
en que esté más descansado.
3. Pauta
de estudio: para evitar la desconcentración que causa el cansancio, es
recomendable establecer una pauta horaria estructurada que combine el descanso
y el estudio. Algunos especialistas recomiendan estudiar en intervalos de 40-45
minutos y hacer un corte entre ellos de 10-15 minutos. Este descanso ayuda a
despejar la mente y la prepara para el siguiente periodo de concentración.
4. Organizar
el material: levantarse a por una regla, tener que buscar el
sacapuntas o salir de la habitación a por el diccionario son algunas de las
distracciones que afectan a la concentración del estudiante. Se pueden evitar
si antes de comenzar a estudiar se organiza con eficacia el espacio de estudio.
5. ¿Solo
o acompañado?: a muchos estudiantes, la sola presencia de un compañero
en el mismo espacio de estudio les distrae de su tarea. Sin embargo, para otros
resulta motivador y les incentiva a concentrarse en sus estudios, siempre que
el acompañante tenga la misma actitud.
6. Intercalar
técnicas de estudio: memorizar durante dos horas seguidas o dedicar
una jornada completa de estudio a hacer resúmenes y esquemas puede llegar a
cansar al estudiante y a provocar que se desconcentre de sus tareas. Para
evitarlo, conviene combinar durante la misma sesión de trabajo diferentes
técnicas de estudio que la amenicen y la hagan más interesante para el
estudiante.
7. Cambiar
de materia: si la falta de concentración es inevitable, una buena alternativa
es cambiar de materia de estudio. Este cambio aportará al estudiante un nuevo
interés y aumentará otra vez su concentración. Es probable que cuando cambie de
nuevo, vuelva a concentrarse de manera adecuada en la mate
Técnicas que favorecen la concentración
La falta de concentración está provocada en muchas ocasiones por la ansiedad, la tensión o las preocupaciones. En este caso, el estudiante puede recurrir a distintas técnicas y ejercicios mentales que le ayudarán a relajarse y a preparar y ejercitar su mente para obtener una mayor concentración en sus estudios.- Tachar letras: un buen ejercicio de concentración consiste en coger una página de un periódico o revista que ya no nos sirva y tachar a la mayor velocidad posible una determinada letra. A medida que se adquiere práctica en este ejercicio, se pueden tachar dos o más letras para incrementar el nivel de concentración.
- Visualizar una imagen: mediante esta técnica, el estudiante debe visualizar mentalmente una figura geométrica sencilla (un círculo, triangulo o cuadrado) e intentar fijar la atención en ella durante el mayor tiempo posible. Cuando la figura desaparezca, hay que apuntar el tiempo conseguido, tras contabilizarlo con un cronómetro. El ejercicio se debe repetir de forma periódica para intentar superar cada vez el tiempo anterior.
- Juegos de atención: algunos sencillos juegos están diseñados de forma que quien los realiza debe entrenar su atención sin darse cuenta. Algunas propuestas son los tangram, las sopas de letras, buscar diferencias, ajedrez o los sudokus.
- Música y sonidos: escuchar música también puede convertirse en un excelente ejercicio de concentración. El estudiante puede escuchar su música favorita e intentar concentrarse en distinguir cuándo suena un determinado instrumento. También en un ambiente en el que se intercalen distintos sonidos se puede "jugar" a intentar atender de forma exclusiva tan solo a uno de ellos.
M.A.S.
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SURCARÉ EL ESPACIO INFINITO, ARRIBARÉ A UN MUNDO SIN FRONTERAS, DISFRUTARÉ DE AQUEL VALLE DE DELICIAS Y MIRARÉ EXTASIADO LA FAZ DE SU DIVINO Y EXTRAORDINARIO GOBERNANTE...