viernes, 4 de noviembre de 2016

CURESE USTED MISMO

AUTO-SANACIÓN

Las enfermedades no aparecen nada más porque si, son la consecuencia de una serie de hábitos y actitudes las cuales, cuando las modificamos, todo en nuestro cuerpo y entorno se modifica y transforma.

La duda o negación respecto a las capacidades curativas de la mente se debe a que no se tiene una experiencia real acerca de esto, por lo que la persona suele dudar y descartar este enorme potencial prefiriendo seguir las mismas conductas curativas que se vienen enseñando desde hace miles de años. Se ha enseñado durante muchos años a confiar en que la cura viene de un factor externo, y que se requieren muchas complejidades para obtener una curación. Sin embargo, podemos observar que muchas veces, por más cosas que tomamos y hacemos, la cura no viene, incluso a veces parece empeorar: ¿A qué se debe esto? A que no se ha atendido la raíz del problema, el cual reside en nuestra mente.
Por otro lado, habría quien discuta que los remedios externos como la medicina convencional, por ejemplo, si curan y han curado. Pero habría que considerar que siempre que la sanación sucede, es porque de alguna forma la enfermedad nos puso a reflexionar y revalorar las experiencias y la vida misma, lo cual transformó nuestra forma de ver las cosas, o sea, nuestra mente, la cual equivale a todo lo que pensamos. Todas las personas que se curan o han conseguido quitarse de encima enfermedades fuertes o terminales (incluso las que dicen que son incurables), es porque han considerado una nueva forma de entender, confiar y vivir la vida.
No intentamos descartar el uso de la medicina, la cual puede apoyarnos a medida que desarrollamos y confiamos en nuestros poderes mentales. Lo que intentamos con este texto es que la gente empiece a creer mas en sus potenciales curativos los cuales son un don o un regalo natural que se nos ha dado, pero que no nos damos el tiempo, el permiso ni la paciencia de explorar este don extraordinario.
¿Cómo cura la mente?   
La mente es como una computadora potente: que no sepamos cómo usarla no significa que esta no sirva para procesar programas avanzados. A medida que conocemos como se usa un procesador, a medida que podemos servirnos y utilizar su potencial. Lo mismo sucede con la mente: para usar sus potenciales debemos estudiarla, entenderla y practicar algunos ejercicios para disciplinarla y educarla, de manera que esta pueda ser una herramienta creadora en nuestra vida, y pueda, entre otras cosas, curarnos.  
Bien es cierto que usamos muy poco porcentaje de todos nuestros poderes mentales. Es como si alguien nos hubiese regalado un procesador de extraordinaria capacidad para poder dirigir una empresa, y por no saber cómo usarlo lo utilizáramos nada más para sumar dos más dos. El desperdicio del regalo seria evidente.
Así pues, para empezar a destapar el instructivo de nuestra mente, y empezar a aprender a usarla, es necesario comprender que la mente, para fines prácticos y útiles, equivale a todo lo que pensamos. Cada pensamiento que pasa por nuestra cabeza influye de forma poderosa en nuestra vida y cuerpo, en nuestra realidad. Sin embargo, los pensamientos que más influyen nuestro entorno son aquellos a los que prestamos atención y alimentamos con nuestra palabra, acción y reacción.
Ahora bien: si los pensamientos afectan nuestra realidad y cuerpo, entonces alguien podría decir que “pensando positivo” se  solucionarían los problemas, enfermedades y carencias. Sin embargo, “pensar positivo” no es suficiente, pues pensar solamente en lo que a nuestro parecer es “bueno”, equivaldría a creer que, cuando una computadora se descompone o empieza a hacer cosas locas o que no queremos, con tan solo pensar que se va a componer, esta lo haría. Para que la computadora funcione de forma adecuada y coherente, hay que entrar al sistema operativo y ver que provoca que mal funcione. Y entonces, se tiene que reprogramar o hacer los arreglos pertinentes para que esta funcione como esperamos.
Una enfermedad refleja que nuestra computadora llamada mente está haciendo algo que no queremos. Para reprogramarla, habría que ir a observar que tipo de programaciones tiene nuestra mente y con que hemos alimentado nuestra vida.
El enojo, el miedo, la incertidumbre, etc., solo reflejan ciertas actitudes mentales que nos hacen reaccionar de formas no fluidas, es decir, que no confiamos o estamos esperando demasiadas cosas de los demás o de lo demás. Las enfermedades están sembradas y cultivadas en nuestro mundo emocional. El fruto que llamamos enfermedad solo es la consecuencia de no haber entendido algunas experiencias que nos han provocado dolor, insatisfacción, ira, etc. Estas experiencias se quedan guardadas en nosotros y poco a poco se van reflejando en nuestro cuerpo.
En resumen, podemos decir que todas las enfermedades tienen que ver con cierto grado de infelicidad, la cual es el resultado del apego, el exceso de control, la ira negada o no entendida, etc. Se dice que toda enfermedad es algo que ocultamos. Si al corazón le duele, le irrita, le arde o desilusiona una experiencia, el cuerpo lo reflejara de igual forma: el cuerpo es el reflejo más inmediato de la forma en cómo pensamos y sentimos la vida.
¿Cómo iniciar una curación con la mente?

Lo primero que habríamos que hacer es ponernos en paz con las experiencias que hemos vivido, entendiendo que generar expectativas con los demás, así como depender de otros para ser feliz o no confiar en la grandeza que llevamos dentro para crearnos la realidad que queremos, solo nos trae dolor, confusión y desilusión.
Tendríamos, además, que empezar a ver que todo lo que vivimos es porque hay algo ahí que entender acerca de nosotros, y muchas veces el mayor aprendizaje de una experiencia esta en aprender que hay que dejar de esperar de la vida y empezar a amarnos más para poder amar mas, en darnos paciencia y comprensión, en ser más dulces y compasivos con nosotros mismos, en dejar de criticarnos y exigirnos de más, en gozar lo que tenemos y permitirnos entusiasmar con las cosas desconocidas, como el uso de nuestra mente, por ejemplo, que la naturaleza nos ha dado todo para ser felices.  Al estar contentos (y con contentos nos referimos a un estado de crecimiento, descubrimiento y plenitud, y no a la felicidad pasajera la cual se busca por la aburrición de repetir actitudes y patrones mentales), segregamos una serie de "liquidos" y electricidad en nuestro cerebro, el cual puede producir y elaborar cualquier medicina que el cuerpo necesite, además de que los estados de felicidad y gozo profundo activan los procesos de rejuvenecimiento del cuerpo, llenandolo de energia, vida y salud. 
Los pensamientos curan más que los medicamentos
El científico Bruce Lipton reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la energía por su capacidad para curar.
Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda.
¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?
Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren.
Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad.
¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?
Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?
No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.
¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.
Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. El dinero controla la ciencia.

Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.
He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se interfiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.

Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía. 
Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas.  Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.


Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?
Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.
Pero no lo podemos controlar.
Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.
Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se ‘programa’ su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa información, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento… solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente.
Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?
Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.
¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?
Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?  Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

Desde el punto de vista de la Psicotrónica, la salud es sobre todas las cosas, un estado mental. Nuestra psique es el arma más poderosa con la que contamos, y puede trabajar en nuestro favor o en nuestra contra. Si enfocamos nuestros pensamientos hacia la perfección el cuerpo responderá de manera manifiesta.
La curación psicotrónica trabaja a nivel subjetivo o imaginario, por eso se trata de una curación psíquica. Una vez que aprendamos a utilizar nuestra mente, podemos contribuir a la sanación de otras personas. En esta nota le enseñamos a canalizar la energía del pensamiento a través de las manos y los ojos, para transformar le enfermedad en salud.
La mente como punto de partida


Hay un postulado de la Psicotrónica que es la base de la idea de salud. El concepto principal en el que se centra es la noción de "perfección". La definición está tomada de la Metafísica y es como sigue: "La imagen de la perfección, mantenida con confianza en el nivel relajado de la mente, tiene poder para modificar la imperfección".
Esta afirmación contiene cuatro conceptos fundamentales:
Imagen, Perfección, Confianza y Relajación.

Estos requisitos son esenciales. Si falta uno de ellos se queda incompleta la fórmula que permite autocurarse y curar a los demás. La actitud mental es la base de la curación psicotrónica. Ninguna técnica da resultado si no tenemos la disposición correcta. Cuando usted utilice sus manos o sus ojos para curar, debe tener la mente enfocada positivamente hacia lo que está haciendo. De lo contrario ningún esfuerzo dará resultado.
Diagnóstico psíquico a distancia


En realidad, la facultad psicotrónica que permite detectar enfermedades no es diagnosis. Sólo los médicos pueden realizar esta comprobación. La capacidad de descrubir utilizando la energía mental se denomina "discernimiento psicotrónico" y se realiza siempre a distancia. Todo lo que se necesita para ejercer este diagnóstico es:
Capacidad de relajación, Imaginación visual, Deseo de sanarse un mismo y a los demás, y Esperanza y fe en el éxito. Una vez que está seguro de que cumple con los requisitos, puede trabajar para mejorar su capacidad de detección. La fórmula para hacerlo es simple. Lo primero que debe hacer es encontrar una habitación de la casa en la que pueda estar tranquilo. Sólo con su imaginación usted debe crear otra habitación. Con paredes, techo, suelo, ventanas. Píntela de los colores que quiera, decórela, visualice alfombras, muebles, etc. Instale una gran claraboya en la habitación. Coloque una silla debajo de esa claraboya. Esa silla la utilizará cada vez que entre en la habitación. Está bañada por la luz del cielo. Siéntase ahora mentalmente en esa silla. Sienta la luz sobre usted como un halo dorado.

A continuación, relájese y visualícese en esa habitación mental. Examine su cuerpo de arriba a abajo, teniendo en cuenta hacía que parte se siente atraída su atención. Señale con la mano esa parte del cuerpo y pida que se torne transparente. Luego, chasquee los dedos para hacer que esa parte se vuelva mayor y más clara. Investigue el problema, preguntándole a la parte afectada cuál es la anormalidad.
Acepte la respuesta que venga a su mente.
Las enfermedades no aparecen nada más porque si, son la consecuencia de una serie de hábitos y actitudes las cuales, cuando las modificamos, todo en nuestro cuerpo y entorno se modifica y transforma.

La duda o negación respecto a las capacidades curativas de la mente se debe a que no se tiene una experiencia real acerca de esto, por lo que la persona suele dudar y descartar este enorme potencial prefiriendo seguir las mismas conductas curativas que se vienen enseñando desde hace miles de años. Se ha enseñado durante muchos años a confiar en que la cura viene de un factor externo, y que se requieren muchas complejidades para obtener una curación. Sin embargo, podemos observar que muchas veces, por más cosas que tomamos y hacemos, la cura no viene, incluso a veces parece empeorar: ¿A qué se debe esto? A que no se ha atendido la raíz del problema, el cual reside en nuestra mente.
Por otro lado, habría quien discuta que los remedios externos como la medicina convencional, por ejemplo, si curan y han curado. Pero habría que considerar que siempre que la sanación sucede, es porque de alguna forma la enfermedad nos puso a reflexionar y revalorar las experiencias y la vida misma, lo cual transformó nuestra forma de ver las cosas, o sea, nuestra mente, la cual equivale a todo lo que pensamos. Todas las personas que se curan o han conseguido quitarse de encima enfermedades fuertes o terminales (incluso las que dicen que son incurables), es porque han considerado una nueva forma de entender, confiar y vivir la vida.
No intentamos descartar el uso de la medicina, la cual puede apoyarnos a medida que desarrollamos y confiamos en nuestros poderes mentales. Lo que intentamos con este texto es que la gente empiece a creer mas en sus potenciales curativos los cuales son un don o un regalo natural que se nos ha dado, pero que no nos damos el tiempo, el permiso ni la paciencia de explorar este don extraordinario.
¿Cómo cura la mente?   
La mente es como una computadora potente: que no sepamos cómo usarla no significa que esta no sirva para procesar programas avanzados. A medida que conocemos como se usa un procesador, a medida que podemos servirnos y utilizar su potencial. Lo mismo sucede con la mente: para usar sus potenciales debemos estudiarla, entenderla y practicar algunos ejercicios para disciplinarla y educarla, de manera que esta pueda ser una herramienta creadora en nuestra vida, y pueda, entre otras cosas, curarnos.  
Bien es cierto que usamos muy poco porcentaje de todos nuestros poderes mentales. Es como si alguien nos hubiese regalado un procesador de extraordinaria capacidad para poder dirigir una empresa, y por no saber cómo usarlo lo utilizáramos nada más para sumar dos más dos. El desperdicio del regalo seria evidente.
Así pues, para empezar a destapar el instructivo de nuestra mente, y empezar a aprender a usarla, es necesario comprender que la mente, para fines prácticos y útiles, equivale a todo lo que pensamos. Cada pensamiento que pasa por nuestra cabeza influye de forma poderosa en nuestra vida y cuerpo, en nuestra realidad. Sin embargo, los pensamientos que más influyen nuestro entorno son aquellos a los que prestamos atención y alimentamos con nuestra palabra, acción y reacción.
Ahora bien: si los pensamientos afectan nuestra realidad y cuerpo, entonces alguien podría decir que “pensando positivo” se  solucionarían los problemas, enfermedades y carencias. Sin embargo, “pensar positivo” no es suficiente, pues pensar solamente en lo que a nuestro parecer es “bueno”, equivaldría a creer que, cuando una computadora se descompone o empieza a hacer cosas locas o que no queremos, con tan solo pensar que se va a componer, esta lo haría. Para que la computadora funcione de forma adecuada y coherente, hay que entrar al sistema operativo y ver que provoca que mal funcione. Y entonces, se tiene que reprogramar o hacer los arreglos pertinentes para que esta funcione como esperamos.
Una enfermedad refleja que nuestra computadora llamada mente está haciendo algo que no queremos. Para reprogramarla, habría que ir a observar que tipo de programaciones tiene nuestra mente y con que hemos alimentado nuestra vida.
El enojo, el miedo, la incertidumbre, etc., solo reflejan ciertas actitudes mentales que nos hacen reaccionar de formas no fluidas, es decir, que no confiamos o estamos esperando demasiadas cosas de los demás o de lo demás. Las enfermedades están sembradas y cultivadas en nuestro mundo emocional. El fruto que llamamos enfermedad solo es la consecuencia de no haber entendido algunas experiencias que nos han provocado dolor, insatisfacción, ira, etc. Estas experiencias se quedan guardadas en nosotros y poco a poco se van reflejando en nuestro cuerpo.
En resumen, podemos decir que todas las enfermedades tienen que ver con cierto grado de infelicidad, la cual es el resultado del apego, el exceso de control, la ira negada o no entendida, etc. Se dice que toda enfermedad es algo que ocultamos. Si al corazón le duele, le irrita, le arde o desilusiona una experiencia, el cuerpo lo reflejara de igual forma: el cuerpo es el reflejo más inmediato de la forma en cómo pensamos y sentimos la vida.
¿Cómo iniciar una curación con la mente?
Lo primero que habríamos que hacer es ponernos en paz con las experiencias que hemos vivido, entendiendo que generar expectativas con los demás, así como depender de otros para ser feliz o no confiar en la grandeza que llevamos dentro para crearnos la realidad que queremos, solo nos trae dolor, confusión y desilusión.
Tendríamos, además, que empezar a ver que todo lo que vivimos es porque hay algo ahí que entender acerca de nosotros, y muchas veces el mayor aprendizaje de una experiencia esta en aprender que hay que dejar de esperar de la vida y empezar a amarnos más para poder amar mas, en darnos paciencia y comprensión, en ser más dulces y compasivos con nosotros mismos, en dejar de criticarnos y exigirnos de más, en gozar lo que tenemos y permitirnos entusiasmar con las cosas desconocidas, como el uso de nuestra mente, por ejemplo, que la naturaleza nos ha dado todo para ser felices.  Al estar contentos (y con contentos nos referimos a un estado de crecimiento, descubrimiento y plenitud, y no a la felicidad pasajera la cual se busca por la aburrición de repetir actitudes y patrones mentales), segregamos una serie de "liquidos" y electricidad en nuestro cerebro, el cual puede producir y elaborar cualquier medicina que el cuerpo necesite, además de que los estados de felicidad y gozo profundo activan los procesos de rejuvenecimiento del cuerpo, llenandolo de energia, vida y salud. 

Los pensamientos curan más que los medicamentos
El científico Bruce Lipton reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la energía por su capacidad para curar.
Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda.
¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?

Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren.
Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad.
¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?

Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?
No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.
¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.

Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. El dinero controla la ciencia.
Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.

He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se interfiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.
Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía. 

Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas.  Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.
Y eso enlaza con la física cuántica. Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?

La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos… pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.  Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.
Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?

Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.
Pero no lo podemos controlar.

Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.
Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se ‘programa’ su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa información, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento… solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente.
Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?

Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.
¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?

Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?  Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

Desde el punto de vista de la Psicotrónica, la salud es sobre todas las cosas, un estado mental. Nuestra psique es el arma más poderosa con la que contamos, y puede trabajar en nuestro favor o en nuestra contra. Si enfocamos nuestros pensamientos hacia la perfección el cuerpo responderá de manera manifiesta.
La curación psicotrónica trabaja a nivel subjetivo o imaginario, por eso se trata de una curación psíquica. Una vez que aprendamos a utilizar nuestra mente, podemos contribuir a la sanación de otras personas. En esta nota le enseñamos a canalizar la energía del pensamiento a través de las manos y los ojos, para transformar le enfermedad en salud.
La mente como punto de partida
Hay un postulado de la Psicotrónica que es la base de la idea de salud. El concepto principal en el que se centra es la noción de "perfección". La definición está tomada de la Metafísica y es como sigue: "La imagen de la perfección, mantenida con confianza en el nivel relajado de la mente, tiene poder para modificar la imperfección".

Esta afirmación contiene cuatro conceptos fundamentales
Imagen, Perfección, Confianza y Relajación.
Estos requisitos son esenciales. Si falta uno de ellos se queda incompleta la fórmula que permite autocurarse y curar a los demás. La actitud mental es la base de la curación psicotrónica. Ninguna técnica da resultado si no tenemos la disposición correcta. Cuando usted utilice sus manos o sus ojos para curar, debe tener la mente enfocada positivamente hacia lo que está haciendo. De lo contrario ningún esfuerzo dará resultado.
Diagnóstico psíquico a distancia
En realidad, la facultad psicotrónica que permite detectar enfermedades no es diagnosis. Sólo los médicos pueden realizar esta comprobación. La capacidad de descrubir utilizando la energía mental se denomina "discernimiento psicotrónico" y se realiza siempre a distancia. Todo lo que se necesita para ejercer este diagnóstico es:

Capacidad de relajación, Imaginación visual, Deseo de sanarse un mismo y a los demás, y Esperanza y fe en el éxito. Una vez que está seguro de que cumple con los requisitos, puede trabajar para mejorar su capacidad de detección. La fórmula para hacerlo es simple. Lo primero que debe hacer es encontrar una habitación de la casa en la que pueda estar tranquilo. Sólo con su imaginación usted debe crear otra habitación. Con paredes, techo, suelo, ventanas. Píntela de los colores que quiera, decórela, visualice alfombras, muebles, etc. Instale una gran claraboya en la habitación. Coloque una silla debajo de esa claraboya. Esa silla la utilizará cada vez que entre en la habitación. Está bañada por la luz del cielo. Siéntase ahora mentalmente en esa silla. Sienta la luz sobre usted como un halo dorado.
A continuación, relájese y visualícese en esa habitación mental. Examine su cuerpo de arriba a abajo, teniendo en cuenta hacía que parte se siente atraída su atención. Señale con la mano esa parte del cuerpo y pida que se torne transparente. Luego, chasquee los dedos para hacer que esa parte se vuelva mayor y más clara. Investigue el problema, preguntándole a la parte afectada cuál es la anormalidad.
Acepte la respuesta que venga a su mente.
Manos que curan

Sus manos son servidores poderosos y precisos de su mente. Constituyen un canal por el que fluye la energía psicotrónica. Usted puede convertirlas en herramientas de curación, canalizando a través de ellas la fuerza de su mente. Practique alguna de estas técnicas:


- Señalar a la persona imaginada.

- Frotar con una pomada imaginaria.

- Rociar con un aerosol imaginario para aliviar dolores.

- Chasquear los dedos para "ordenar la curación".

- Coser una herida.


A continuación, le mostramos dos técnicas de curación a través de la manos, una para sanar a otra persona y otra para autosanarse.

Fórmula para transferir energía positiva.

Relájese y vaya a una habitación tranquila y visualícese a usted mismo instalado en su "habitación especial". Invite con la imaginación a la persona enferma a que entre en la habitación. Examínela a través de su discernimiento psicotrónico. Cuando localice la zona enferma, extienda sus manos. Recuerde que siempre cuando nos movemos en el mundo de la Psicotrónica, nos manejamos en un plano mental. Usted extiende manos "imaginarias" hacia la "imagen" de la persona enferma. Sus manos despiden luz y ese halo se dirige a la zona enferma, iluminándola cada vez más. Poco a poco la zona enferma va sanando. No quedan vestigios de enfermedad. Cuando haya logrado una imagen de esa persona en perfecta salud, termine la sesión.

Autocurarse con un chasquido de dedos.

Relájese cómodamente, cerrando lo ojos, respirando profundamente y sintiendo que ya ha empezado la mejoría. Véase a sí mismo con el problema. Repáselo. Cambie a una representación de la solución. Véase perfecto. Véase libre de la condición. Tienda los dedos de la mano hacia el área afectada. Chasquee los dedos diciendo: "¡Fuera!". Su proceso de autocuración estará en marcha a partir de ese momento.

Los ojos un doble canal de salud

Los ojos constituyen una herramienta privilegiada para canalizar la energía, ya que pueden dirigirla en dos direcciones. Las curaciones psicotrónicas a través de los ojos trabajan con la energía solar, fuente de salud y vida. Por eso, para poner en práctica un método de sanación utilizando los ojos es preciso es preciso elegir un día cálido y soleado. Siga, paso a paso, las instrucciones.

Método de curación.

Estas técnicas se realizan al aire libre. Puede llevarla a cabo en un parque, en un jardín o en cualquier lugar que usted desee. Es fundamental que pueda relajarse, de manera que no conviene trabajar en un lugar lleno de gente o ruidos.

- Siéntese de espaldas al Sol, bajo la luz solar con los ojos cerrados.

- Imagine que el Sol fluye por su cuerpo desde la coronilla hasta los pies, sabiendo, que las células de su cuerpo se beneficiarán de inmediato.

- Abra bien los ojos y ciérrelos varias veces.

- Sienta el resplandor del Sol fluyendo por su nuca y saliendo por sus ojos, dando energía a todo lo que ve. Los beneficios se harán sentir de manera instantánea.
- Termine la sesión.
Sanar a Distancia
Sanar a distancia es un recurso que se puede usar para ayudar a la persona a curarse, calmar el dolor y menguar ciertos síntomas cuando está lejos. Bueno. Lejos es un decir, porque ciertamente la mente no conoce distancias ni lejanías. Si tú piensas en este momento en un país lejano, y te imaginas que ahí estas, ahí estarás. Quizá tu digas: “Bueno, pero no estoy ahí realmente, esa es sólo mi imaginación”. Pero digamos que lo único que no está en el país lejano es tu cuerpo físico: tu energía, tu atención, ahí están.
Si cierras los ojos y te concentras bien, y visualizas, por ejemplo, un bosque, y cierras los ojos y te concentras en los verdes, pardos y ocres del paisaje, si te enfocas en el sonido de los pájaros, de tus pisadas andando sobre la hierba, en el olor de flores frescas, humedad y hierba, si escuchas el sonido del viento mover las hojas de los árboles…. Sin duda tendrás una experiencia sensorial muy parecida a la que tendrías si estuvieses allá. Esto se llama soñar la realidad.
Soñar la realidad es un recurso visual que se desde tiempos muy antiguos para educar a la mente a manifestar, atraer y crear las cosas que uno quiere vivir o experimentar con su cuerpo físico. Cuando tú te enfocas en algo y aprendes a mantener ahí tu atención, entonces tu energía empieza a crear cierta frecuencia, cierta polaridad que empieza a generar en tu vida las circunstancias semejantes a las que sueñas o en las que te estas enfocando, y puedas experimentar con tu cuerpo y sentidos físicos lo que has visualizado.
La visualización es un recurso usado por grandes maestros de la mente, en todos los tiempos, para transformar y atraer la realidad soñada.
¿Cómo sucede la cura a distancia?
Porque cuando tu te enfocas en cualquier cosa, y sabes visualizar y usar tu atención para transformar la realidad, entonces tu pensamiento se vuelve una especie de antena, que emite señales o energía hacia el objeto enfocado. Y con esto, puedes afectar no sólo tu cuerpo y tu realidad, sino la energía y el cuerpo de los demás. Es como una antena de televisión, no necesitas tener un satélite en tu sala para recibir la señal, aunque el satélite este muy lejos de tu casa, puedes recibir la señal en un instante. Asi funcionan tus pensamientos. No importa donde estés. La señal hacia donde envíes tus pensamientos, la podrá recibir a mayor o menor medida, tanto como tu sepas enviar energía con tu pensamiento.
Y es muy importante, claro, que siempre que desees sanar a distancia, la persona que deseas apoyar esté de acuerdo, ya que así se respeta lo que se conoce como libre albedrio. La enfermedad es un camino de evolución. Si tú intentas quitar la enfermedad de alguien sin tener en cuenta el aprendizaje de la enfermedad antes que nada, entonces no lo ayudaras mucho. Quizá lo motives a que es posible sanarse y se sienta bien un rato, pero la enfermedad regresara y los síntomas volverán a manifestarse si no le enseñas también a entender lo que realmente esta enfermando y debilitando su cuerpo, que es la energia que la persona emite desde sus actitude sy pensamientos.
Ayudar a una persona a cambiar sus pensamientos, es ayudarla a ver nuevas formas de entender la vida. Esto es parte de una curación. Ayudar a la persona a transformar su forma de reaccionar, para que entonces sus pensamientos, que son energía, afecten al cuerpo de forma positiva.
Para ayudar a sanar a una persona a distancia
Debes considerar que su energía esta en baja frecuencia, es decir, que su energía esta débil, estancada, fluyendo lento, por lo que el cuerpo lo manifiesta en debilidad o enfermedad. Lo que necesitas es empezar, como se explica, a ayudarla a cambiar su forma de ver las cosas, a desahogar emociones, para que la energía que tu emitas pueda ser mejor absorbida por su cuerpo.
Fluir es la palabra clave en todos los procesos curativos.
Si observas, todas las personas que están enfermas, se sienten estancadas en algún punto de sus vidas. Sienten que “algo no fluye” como quisieran. A veces no lo reconocen a la primera porque no están conscientes de ello. Pero si ahondas un poco más, ellas mismas notaran que se sienten estancadas, detenidas, sometidas, enfadadas o impuestas por alguna persona o situación.

Para esto, debes hacerle ver que cosas no le están haciendo sentir bien en su vida, donde se siente triste, enfadada, estancada, qué cosas no le han gustado. Este es el primer paso para que su energía empiece a fluir.
Luego entonces, puedes decirle que la apoyaras con energía, lo cual significa que le ayudaras a su energía a elevar su frecuencia y esto es solo un apoyo realmente, porque si en el fondo la persona no está realmente dispuesta a sanar porque encuentra algo “importante” en su enfermedad (cómo llamar la atención, querer mimos o que la atiendan, etc.), entonces será difícil que se logre una verdadera curación. Por esta razón, debes centrar a la persona en que su felicidad depende de ella, de lo que se aprenda a dar y no del como reaccionen los demás o de lo que reciba del entorno. Esperar mucho de los demás es una de las causas más profundas de las enfermedades. Y si una persona quiere que la ayudes a sanar, sin ella participar en el proceso y hacerse responsable de lo que le pasa, y de lo que quiere y necesita, entonces quizá lo que desee más que sanar es tu atención, que tu le des sin participar ella de forma más profunda en su aprendizaje. Y esto no la ayudara ni a ella ni a ti. Tienes que hacerle énfasis en que ella debe apoyar su curación quizá con alguna dieta, ejercicio, etc. Y hacerle ver que la curación depende de cuerpo y mente

Sanar a distancia es un recurso que se puede usar para ayudar a la persona a curarse, calmar el dolor y menguar ciertos síntomas cuando está lejos. Bueno. Lejos es un decir, porque ciertamente la mente no conoce distancias ni lejanías. Si tú piensas en este momento en un país lejano, y te imaginas que ahí estas, ahí estarás. Quizá tu digas: “Bueno, pero no estoy ahí realmente, esa es sólo mi imaginación”. Pero digamos que lo único que no está en el país lejano es tu cuerpo físico: tu energía, tu atención, ahí están.

Si cierras los ojos y te concentras bien, y visualizas, por ejemplo, un bosque, y cierras los ojos y te concentras en los verdes, pardos y ocres del paisaje, si te enfocas en el sonido de los pájaros, de tus pisadas andando sobre la hierba, en el olor de flores frescas, humedad y hierba, si escuchas el sonido del viento mover las hojas de los árboles…. Sin duda tendrás una experiencia sensorial muy parecida a la que tendrías si estuvieses allá. Esto se llama soñar la realidad.

Soñar la realidad es un recurso visual que se desde tiempos muy antiguos para educar a la mente a manifestar, atraer y crear las cosas que uno quiere vivir o experimentar con su cuerpo físico. Cuando tú te enfocas en algo y aprendes a mantener ahí tu atención, entonces tu energía empieza a crear cierta frecuencia, cierta polaridad que empieza a generar en tu vida las circunstancias semejantes a las que sueñas o en las que te estas enfocando, y puedas experimentar con tu cuerpo y sentidos físicos lo que has visualizado.

La visualización es un recurso usado por grandes maestros de la mente, en todos los tiempos, para transformar y atraer la realidad soñada.


¿Cómo sucede la cura a distancia?

Porque cuando tu te enfocas en cualquier cosa, y sabes visualizar y usar tu atención para transformar la realidad, entonces tu pensamiento se vuelve una especie de antena, que emite señales o energía hacia el objeto enfocado. Y con esto, puedes afectar no sólo tu cuerpo y tu realidad, sino la energía y el cuerpo de los demás. Es como una antena de televisión, no necesitas tener un satélite en tu sala para recibir la señal, aunque el satélite este muy lejos de tu casa, puedes recibir la señal en un instante. Asi funcionan tus pensamientos. No importa donde estés. La señal hacia donde envíes tus pensamientos, la podrá recibir a mayor o menor medida, tanto como tu sepas enviar energía con tu pensamiento.

Y es muy importante, claro, que siempre que desees sanar a distancia, la persona que deseas apoyar esté de acuerdo, ya que así se respeta lo que se conoce como libre albedrio. La enfermedad es un camino de evolución. Si tú intentas quitar la enfermedad de alguien sin tener en cuenta el aprendizaje de la enfermedad antes que nada, entonces no lo ayudaras mucho. Quizá lo motives a que es posible sanarse y se sienta bien un rato, pero la enfermedad regresara y los síntomas volverán a manifestarse si no le enseñas también a entender lo que realmente esta enfermando y debilitando su cuerpo, que es la energia que la persona emite desde sus actitude sy pensamientos.

Ayudar a una persona a cambiar sus pensamientos, es ayudarla a ver nuevas formas de entender la vida. Esto es parte de una curación. Ayudar a la persona a transformar su forma de reaccionar, para que entonces sus pensamientos, que son energía, afecten al cuerpo de forma positiva.

Para ayudar a sanar a una persona a distancia

Debes considerar que su energía esta en baja frecuencia, es decir, que su energía esta débil, estancada, fluyendo lento, por lo que el cuerpo lo manifiesta en debilidad o enfermedad. Lo que necesitas es empezar, como se explica, a ayudarla a cambiar su forma de ver las cosas, a desahogar emociones, para que la energía que tu emitas pueda ser mejor absorbida por su cuerpo.

Fluir es la palabra clave en todos los procesos curativos.
Si observas, todas las personas que están enfermas, se sienten estancadas en algún punto de sus vidas. Sienten que “algo no fluye” como quisieran. A veces no lo reconocen a la primera porque no están conscientes de ello. Pero si ahondas un poco más, ellas mismas notaran que se sienten estancadas, detenidas, sometidas, enfadadas o impuestas por alguna persona o situación.

Para esto, debes hacerle ver que cosas no le están haciendo sentir bien en su vida, donde se siente triste, enfadada, estancada, qué cosas no le han gustado. Este es el primer paso para que su energía empiece a fluir.

Luego entonces, puedes decirle que la apoyaras con energía, lo cual significa que le ayudaras a su energía a elevar su frecuencia y esto es solo un apoyo realmente, porque si en el fondo la persona no está realmente dispuesta a sanar porque encuentra algo “importante” en su enfermedad (cómo llamar la atención, querer mimos o que la atiendan, etc.), entonces será difícil que se logre una verdadera curación. Por esta razón, debes centrar a la persona en que su felicidad depende de ella, de lo que se aprenda a dar y no del como reaccionen los demás o de lo que reciba del entorno. Esperar mucho de los demás es una de las causas más profundas de las enfermedades. Y si una persona quiere que la ayudes a sanar, sin ella participar en el proceso y hacerse responsable de lo que le pasa, y de lo que quiere y necesita, entonces quizá lo que desee más que sanar es tu atención, que tu le des sin participar ella de forma más profunda en su aprendizaje. Y esto no la ayudara ni a ella ni a ti. Tienes que hacerle énfasis en que ella debe apoyar su curación quizá con alguna dieta, ejercicio, etc. Y hacerle ver que la curación depende más de ella que de ti.
Para empezar a enviar energía curativa a una persona, necesitas haber entrenado antes, haber practicado ejercicios de enfoque y visualización, contigo, con plantas o animales, y sobre todo, ser un canal fluido, pues entre tu energía este más limpia y fluida, y más comprensión tengas de cómo funciona este proceso curativo energético, más podrás emitir energía de alta frecuencia hacia la persona o circunstancia que gustes.
Y nada mejor para esto que empezar a practicar con uno mismo.
Un ejercicio que te puede ayudar a empezar a entrenar tu enfoque curativo a distancia:
1.     Busca un lugar cómodo y siéntate. Haz algunas respiraciones con tus ojos cerrados para que el cuerpo empiece a relajarse. Si te sientes distraído o no te puedes concentrar fácilmente, haz algo de ejercicio o camina un rato para liberar el exceso de energía.
2.     Ya sentado y más relajado, cierra tus ojos y concéntrate en cada parte de tu cuerpo. Observa tus pies haciendo contacto con el suelo, tu espalda recargada en el respaldo, tus manos sobre tus piernas, etc.
3.     Mientras respiras, reconoce que tú tan solo eres un canal de energía, y que realmente la curación está siendo efectuada por tu energía o cuerpo divino
4.     ·  al que te conectaras. Esto es un poco complejo de explicar, pero poco a poco, con práctica, empezaras a comprender y a sentir que significa realmente el conectarte con tu esencia divina. En este momento, basta con tu intensión. Pon tu mano en tu corazón y haz una afirmación antes de cada curación: “Bajo mi autoridad divina, pido se manifieste esta curación en armonía y evolución conmigo, y con los que me rodean. Y que así sea”.
5.     ·  Mientras respiras escoge alguna parte de ti que desees sanar o sientas débil, o escoge a una persona que este enferma. También puede ser un animalito.
6.     ·  Si te has escogido a ti o a un animalito, céntrate en la parte de tu cuerpo, o de su cuerpo, que desees sanar: si es el hígado, el riñón, los huesos, etc., Si deseas empezar a apoyar a una persona a distancia, céntrate en su rostro.
7.     ·  Una vez que tengas ya bien visualizado la parte de ti o persona que deseas sanar, entonces, empieza a visualizar esa parte sana, fuerte, visualiza cada célula con luz azul, que es energía de alta frecuencia. Mientras visualizas y te concentras en lo que desees sanar, repite en tu mente “Yo soy quien mira salud perfecta, quien mira juventud, fuerza y belleza en este cuerpo”.
7.     ·  Trata de concentrarte lo más que puedas en este enfoque, si te distrae algo, o la duda te hace ruido, solo retoma y continúa. La duda siempre existirá cuando no has hecho verdad algo en tu vida. Para que la duda se vaya, necesitas conquistar nuevas realidades y explorar caminos nuevos.
Practica este primer ejercicio diariamente, cinco minutos al día. Recuerda que tu intensión es la primera clave en todo proceso de visualización curativa.

MANOS QUE CURAN


Sus manos son servidores poderosos y precisos de su mente. Constituyen un canal por el que fluye la energía psicotrónica. Usted puede convertirlas en herramientas de curación, canalizando a través de ellas la fuerza de su mente. Practique alguna de estas técnicas:

- Señalar a la persona imaginada.
- Frotar con una pomada imaginaria.
- Rociar con un aerosol imaginario para aliviar dolores.
- Chasquear los dedos para "ordenar la curación".
- Coser una herida.

A continuación, le mostramos dos técnicas de curación a través de la manos, una para sanar a otra persona y otra para autosanarse.
Fórmula para transferir energía positiva.
Relájese y vaya a una habitación tranquila y visualícese a usted mismo instalado en su "habitación especial". Invite con la imaginación a la persona enferma a que entre en la habitación. Examínela a través de su discernimiento psicotrónico. Cuando localice la zona enferma, extienda sus manos. Recuerde que siempre cuando nos movemos en el mundo de la Psicotrónica, nos manejamos en un plano mental. Usted extiende manos "imaginarias" hacia la "imagen" de la persona enferma. Sus manos despiden luz y ese halo se dirige a la zona enferma, iluminándola cada vez más. Poco a poco la zona enferma va sanando. No quedan vestigios de enfermedad. Cuando haya logrado una imagen de esa persona en perfecta salud, termine la sesión.
Autocurarse con un chasquido de dedos.
Relájese cómodamente, cerrando lo ojos, respirando profundamente y sintiendo que ya ha empezado la mejoría. Véase a sí mismo con el problema. Repáselo. Cambie a una representación de la solución. Véase perfecto. Véase libre de la condición. Tienda los dedos de la mano hacia el área afectada. Chasquee los dedos diciendo: "¡Fuera!". Su proceso de autocuración estará en marcha a partir de ese momento.

Los ojos un doble canal de salud
Los ojos constituyen una herramienta privilegiada para canalizar la energía, ya que pueden dirigirla en dos direcciones. Las curaciones psicotrónicas a través de los ojos trabajan con la energía solar, fuente de salud y vida. Por eso, para poner en práctica un método de sanación utilizando los ojos es preciso es preciso elegir un día cálido y soleado. Siga, paso a paso, las instrucciones.
Método de curación.
Estas técnicas se realizan al aire libre. Puede llevarla a cabo en un parque, en un jardín o en cualquier lugar que usted desee. Es fundamental que pueda relajarse, de manera que no conviene trabajar en un lugar lleno de gente o ruidos.
- Siéntese de espaldas al Sol, bajo la luz solar con los ojos cerrados.
- Imagine que el Sol fluye por su cuerpo desde la coronilla hasta los pies, sabiendo, que las células de su cuerpo se beneficiarán de inmediato.
- Abra bien los ojos y ciérrelos varias veces.
- Sienta el resplandor del Sol fluyendo por su nuca y saliendo por sus ojos, dando energía a todo lo que ve. Los beneficios se harán sentir de manera instantánea.
- Termine la sesión.



Sanar a Distancia
Sanar a distancia es un recurso que se puede usar para ayudar a la persona a curarse, calmar el dolor y menguar ciertos síntomas cuando está lejos. Bueno. Lejos es un decir, porque ciertamente la mente no conoce distancias ni lejanías. Si tú piensas en este momento en un país lejano, y te imaginas que ahí estas, ahí estarás. Quizá tu digas: “Bueno, pero no estoy ahí realmente, esa es sólo mi imaginación”. Pero digamos que lo único que no está en el país lejano es tu cuerpo físico: tu energía, tu atención, ahí están.
Si cierras los ojos y te concentras bien, y visualizas, por ejemplo, un bosque, y cierras los ojos y te concentras en los verdes, pardos y ocres del paisaje, si te enfocas en el sonido de los pájaros, de tus pisadas andando sobre la hierba, en el olor de flores frescas, humedad y hierba, si escuchas el sonido del viento mover las hojas de los árboles…. Sin duda tendrás una experiencia sensorial muy parecida a la que tendrías si estuvieses allá. Esto se llama soñar la realidad.
Soñar la realidad es un recurso visual que se desde tiempos muy antiguos para educar a la mente a manifestar, atraer y crear las cosas que uno quiere vivir o experimentar con su cuerpo físico. Cuando tú te enfocas en algo y aprendes a mantener ahí tu atención, entonces tu energía empieza a crear cierta frecuencia, cierta polaridad que empieza a generar en tu vida las circunstancias semejantes a las que sueñas o en las que te estas enfocando, y puedas experimentar con tu cuerpo y sentidos físicos lo que has visualizado.
La visualización es un recurso usado por grandes maestros de la mente, en todos los tiempos, para transformar y atraer la realidad soñada.

¿Cómo sucede la cura a distancia?
Porque cuando tu te enfocas en cualquier cosa, y sabes visualizar y usar tu atención para transformar la realidad, entonces tu pensamiento se vuelve una especie de antena, que emite señales o energía hacia el objeto enfocado. Y con esto, puedes afectar no sólo tu cuerpo y tu realidad, sino la energía y el cuerpo de los demás. Es como una antena de televisión, no necesitas tener un satélite en tu sala para recibir la señal, aunque el satélite este muy lejos de tu casa, puedes recibir la señal en un instante. Asi funcionan tus pensamientos. No importa donde estés. La señal hacia donde envíes tus pensamientos, la podrá recibir a mayor o menor medida, tanto como tu sepas enviar energía con tu pensamiento.
Y es muy importante, claro, que siempre que desees sanar a distancia, la persona que deseas apoyar esté de acuerdo, ya que así se respeta lo que se conoce como libre albedrio. La enfermedad es un camino de evolución. Si tú intentas quitar la enfermedad de alguien sin tener en cuenta el aprendizaje de la enfermedad antes que nada, entonces no lo ayudaras mucho. Quizá lo motives a que es posible sanarse y se sienta bien un rato, pero la enfermedad regresara y los síntomas volverán a manifestarse si no le enseñas también a entender lo que realmente esta enfermando y debilitando su cuerpo, que es la energia que la persona emite desde sus actitude sy pensamientos.
Ayudar a una persona a cambiar sus pensamientos, es ayudarla a ver nuevas formas de entender la vida. Esto es parte de una curación. Ayudar a la persona a transformar su forma de reaccionar, para que entonces sus pensamientos, que son energía, afecten al cuerpo de forma positiva.

Para ayudar a sanar a una persona a distancia
Debes considerar que su energía esta en baja frecuencia, es decir, que su energía esta débil, estancada, fluyendo lento, por lo que el cuerpo lo manifiesta en debilidad o enfermedad. Lo que necesitas es empezar, como se explica, a ayudarla a cambiar su forma de ver las cosas, a desahogar emociones, para que la energía que tu emitas pueda ser mejor absorbida por su cuerpo.
Fluir es la palabra clave en todos los procesos curativos.
Si observas, todas las personas que están enfermas, se sienten estancadas en algún punto de sus vidas. Sienten que “algo no fluye” como quisieran. A veces no lo reconocen a la primera porque no están conscientes de ello. Pero si ahondas un poco más, ellas mismas notaran que se sienten estancadas, detenidas, sometidas, enfadadas o impuestas por alguna persona o situación.

Para esto, debes hacerle ver que cosas no le están haciendo sentir bien en su vida, donde se siente triste, enfadada, estancada, qué cosas no le han gustado. Este es el primer paso para que su energía empiece a fluir.
Luego entonces, puedes decirle que la apoyaras con energía, lo cual significa que le ayudaras a su energía a elevar su frecuencia y esto es solo un apoyo realmente, porque si en el fondo la persona no está realmente dispuesta a sanar porque encuentra algo “importante” en su enfermedad (cómo llamar la atención, querer mimos o que la atiendan, etc.), entonces será difícil que se logre una verdadera curación. Por esta razón, debes centrar a la persona en que su felicidad depende de ella, de lo que se aprenda a dar y no del como reaccionen los demás o de lo que reciba del entorno. Esperar mucho de los demás es una de las causas más profundas de las enfermedades. Y si una persona quiere que la ayudes a sanar, sin ella participar en el proceso y hacerse responsable de lo que le pasa, y de lo que quiere y necesita, entonces quizá lo que desee más que sanar es tu atención, que tu le des sin participar ella de forma más profunda en su aprendizaje. Y esto no la ayudara ni a ella ni a ti. Tienes que hacerle énfasis en que ella debe apoyar su curación quizá con alguna dieta, ejercicio, etc. Y hacerle ver que la curación depende de cuerpo y mente

Sanar a distancia es un recurso que se puede usar para ayudar a la persona a curarse, calmar el dolor y menguar ciertos síntomas cuando está lejos. Bueno. Lejos es un decir, porque ciertamente la mente no conoce distancias ni lejanías. Si tú piensas en este momento en un país lejano, y te imaginas que ahí estas, ahí estarás. Quizá tu digas: “Bueno, pero no estoy ahí realmente, esa es sólo mi imaginación”. Pero digamos que lo único que no está en el país lejano es tu cuerpo físico: tu energía, tu atención, ahí están.

Si cierras los ojos y te concentras bien, y visualizas, por ejemplo, un bosque, y cierras los ojos y te concentras en los verdes, pardos y ocres del paisaje, si te enfocas en el sonido de los pájaros, de tus pisadas andando sobre la hierba, en el olor de flores frescas, humedad y hierba, si escuchas el sonido del viento mover las hojas de los árboles…. Sin duda tendrás una experiencia sensorial muy parecida a la que tendrías si estuvieses allá. Esto se llama soñar la realidad.

Soñar la realidad es un recurso visual que se desde tiempos muy antiguos para educar a la mente a manifestar, atraer y crear las cosas que uno quiere vivir o experimentar con su cuerpo físico. Cuando tú te enfocas en algo y aprendes a mantener ahí tu atención, entonces tu energía empieza a crear cierta frecuencia, cierta polaridad que empieza a generar en tu vida las circunstancias semejantes a las que sueñas o en las que te estas enfocando, y puedas experimentar con tu cuerpo y sentidos físicos lo que has visualizado.

La visualización es un recurso usado por grandes maestros de la mente, en todos los tiempos, para transformar y atraer la realidad soñada.

Para ayudar a sanar a una persona a distancia


Debes considerar que su energía esta en baja frecuencia, es decir, que su energía esta débil, estancada, fluyendo lento, por lo que el cuerpo lo manifiesta en debilidad o enfermedad. Lo que necesitas es empezar, como se explica, a ayudarla a cambiar su forma de ver las cosas, a desahogar emociones, para que la energía que tu emitas pueda ser mejor absorbida por su cuerpo.

Fluir es la palabra clave en todos los procesos curativos.

Si observas, todas las personas que están enfermas, se sienten estancadas en algún punto de sus vidas. Sienten que “algo no fluye” como quisieran. A veces no lo reconocen a la primera porque no están conscientes de ello. Pero si ahondas un poco más, ellas mismas notaran que se sienten estancadas, detenidas, sometidas, enfadadas o impuestas por alguna persona o situación.

Para esto, debes hacerle ver que cosas no le están haciendo sentir bien en su vida, donde se siente triste, enfadada, estancada, qué cosas no le han gustado. Este es el primer paso para que su energía empiece a fluir.

Luego entonces, puedes decirle que la apoyaras con energía, lo cual significa que le ayudaras a su energía a elevar su frecuencia y esto es solo un apoyo realmente, porque si en el fondo la persona no está realmente dispuesta a sanar porque encuentra algo “importante” en su enfermedad (cómo llamar la atención, querer mimos o que la atiendan, etc.), entonces será difícil que se logre una verdadera curación. Por esta razón, debes centrar a la persona en que su felicidad depende de ella, de lo que se aprenda a dar y no del como reaccionen los demás o de lo que reciba del entorno. Esperar mucho de los demás es una de las causas más profundas de las enfermedades. Y si una persona quiere que la ayudes a sanar, sin ella participar en el proceso y hacerse responsable de lo que le pasa, y de lo que quiere y necesita, entonces quizá lo que desee más que sanar es tu atención, que tu le des sin participar ella de forma más profunda en su aprendizaje. Y esto no la ayudara ni a ella ni a ti. Tienes que hacerle énfasis en que ella debe apoyar su curación quizá con alguna dieta, ejercicio, etc. Y hacerle ver que la curación depende más de ella que de ti.


Para empezar a enviar energía curativa a una persona, necesitas haber entrenado antes, haber practicado ejercicios de enfoque y visualización, contigo, con plantas o animales, y sobre todo, ser un canal fluido, pues entre tu energía este más limpia y fluida, y más comprensión tengas de cómo funciona este proceso curativo energético, más podrás emitir energía de alta frecuencia hacia la persona o circunstancia que gustes.

Y nada mejor para esto que empezar a practicar con uno mismo.

Un ejercicio que te puede ayudar a empezar a entrenar tu enfoque curativo a distancia:

1.     Busca un lugar cómodo y siéntate. Haz algunas respiraciones con tus ojos cerrados para que el cuerpo empiece a relajarse. Si te sientes distraído o no te puedes concentrar fácilmente, haz algo de ejercicio o camina un rato para liberar el exceso de energía.

2.     Ya sentado y más relajado, cierra tus ojos y concéntrate en cada parte de tu cuerpo. Observa tus pies haciendo contacto con el suelo, tu espalda recargada en el respaldo, tus manos sobre tus piernas, etc.

3.     Mientras respiras, reconoce que tú tan solo eres un canal de energía, y que realmente la curación está siendo efectuada por tu energía o cuerpo divino

4.     ·  al que te conectaras. Esto es un poco complejo de explicar, pero poco a poco, con práctica, empezaras a comprender y a sentir que significa realmente el conectarte con tu esencia divina. En este momento, basta con tu intensión. Pon tu mano en tu corazón y haz una afirmación antes de cada curación: “Bajo mi autoridad divina, pido se manifieste esta curación en armonía y evolución conmigo, y con los que me rodean. Y que así sea”.

5.     ·  Mientras respiras escoge alguna parte de ti que desees sanar o sientas débil, o escoge a una persona que este enferma. También puede ser un animalito.

6.     ·  Si te has escogido a ti o a un animalito, céntrate en la parte de tu cuerpo, o de su cuerpo, que desees sanar: si es el hígado, el riñón, los huesos, etc., Si deseas empezar a apoyar a una persona a distancia, céntrate en su rostro.

7.     ·  Una vez que tengas ya bien visualizado la parte de ti o persona que deseas sanar, entonces, empieza a visualizar esa parte sana, fuerte, visualiza cada célula con luz azul, que es energía de alta frecuencia. Mientras visualizas y te concentras en lo que desees sanar, repite en tu mente “Yo soy quien mira salud perfecta, quien mira juventud, fuerza y belleza en este cuerpo”.

7.     ·  Trata de concentrarte lo más que puedas en este enfoque, si te distrae algo, o la duda te hace ruido, solo retoma y continúa. La duda siempre existirá cuando no has hecho verdad algo en tu vida. Para que la duda se vaya, necesitas conquistar nuevas realidades y explorar caminos nuevos.

Practica este primer ejercicio diariamente, cinco minutos al día. Recuerda que tu intensión es la primera clave en todo proceso de visualización curativa.

      MENSAJERO INTER-ESTELAR

















M.A.S. / B.M. / S.S. / B.L. / K.L.

LA PRESENCIA MELVIN

Mas allá de lo meramente físico...    M.A.S .                                                              Sab....