Ahora conviene que extendamos nuestra mirada sobre
Palenque. Hace tiempo estuve explorando aquella tumba maravillosa; en rea-
lidad de
verdad, Palenque ofrece
sorpresas magníficas. En derredor de
Palenque
pudimos encontrar toda
una ciudad funeraria; lastima que multitud de templos y sepulcros estén allí, aún hoy en
día, cubiertos totalmente
por
la selva. Nos maravillamos de todo
esto;
hubimos de encontrar algunos relatos
maravillosos y extraordinarios, entre la gente de Palenque.
Me viene a la memoria
un caso insólito, el de cierta dama
de los Estados Unidos. Ella llegó a Palenque
y consultó a un amigo nuestro que desde hace muchos años vive allí, dedicado exclusivamente a investigar los asuntos
Mayas. La dama requirió los servicios de aquel hombre, experto en tales cuestiones y éste, como es natural, no pudo
negarse a servirle en lo que pudiera. La dama le rogó que lo guiara y él se ofreció de buena voluntad a servirle
de guía. Más he aquí el caso insólito: en los instantes en que el guía se preparaba para subir al automóvil, ella lo detiene, diciéndole: "Usted es el guía, pero
va a tener que obedecerme; yo le diré
en qué lugar
del bosque necesitamos detenernos". Claro, el hombre se quedó
perplejo: "¿Cómo es posible que me pida de guía, y luego sucede
que es ella la que tiene
que guiarme? Al fin, ¿quién es
el guía de
quién?"
Subieron al automóvil;
la dama, que era acompañada por su marido, llegando
a cierto lugar le ordena detenerse, diciendo: "¡Aquí es!" Claro, nuestro guía estaba asombrado, no sabía de qué se trataba. Baja ella del automóvil y le pide al guía que baje también. El marido baja, echan llave al carro y ella dice: "Nos
vamos a meter derecho, aquí por esta montaña, y vamos a dar al lugar"...
¿Una dama recién llegada de los Estados Unidos, procediendo de esa forma?
Era
como para
tener
al hombre
bastante mortificado, confuso (al fin y al cabo no sabía de qué se trataba). La dama, delante
de todos, se abrió paso entre
la montaña; de pronto
se detuvo: "Aquí es!", dijo: luego levantó unas piedras, y ante el asombro del guía, apareció un esqueleto humano, entre un sepulcro... "¡Vamos!",
dijo. La siguieron tanto el
marido como el
guía.
Volvieron a su automóvil, regresaron al poblado de Palenque, pagó al guía y se fue; nunca se supo más de esta dama.
En medio del bosque, llegué también al lugar; obviamente, fue el guía el que me condujo al sitio y me dijo: "Aquí hay un centro magnético; ¿podría usted, Maestro, decirme
en qué lugar de este sitio se encuentra el centro magnético?"
Sentí, telepáticamente que el centro magnético
se encontraba, precisamente, donde estaba
el sepulcro, oculto
entre las piedras. Le dije: "Aquí hay más fuerza magnética". "¿No habrá por otro lado?", dice el guía. "Bueno, vamos a dar la vuelta", le dije. Dimos la vuelta. "Aquí está el polo contrario del
centro magnético", dije...
Exclamó el
guía:
"Vamos
ahora nuevamente al centro" y volvimos. Levantó las piedras
y apareció el esque- leto; entonces fue cuando el guía me contó la extraña historia, que a la vez relaté a ustedes.
Hay muchos relatos interesantísimos en Palenque, que llaman mucho la atención. El guía aquel está en contacto con los mayas, y resulta
muy interesante saber que gentes mayas aún vivan. Se le
preguntó por ejemplo a un anciano: ¿cuando cree usted que llegará la gran catástrofe que amenaza al mundo Tierra? Respondió: "En el Katún 13". ¿Tu hijo lo verá? Respuesta: "No, mi hijo no lo verá". ¿Tu nieto lo verá? Respuesta: "Sí, mi nieto lo verá"
¿En qué año entra el Katún 13? Respuesta: "En el año 2.043".
Realmente se aguarda una gran catástrofe, y los mayas están bien
informados. Alguien por ahí, cuyo nombre no menciono, alta autoridad
en cuestiones de antropología meramente oficial, profana, afirmó
que "los mayas no tenían conocimientos astronómicos", que "eran
gentes ignorantes", pero la realidad
es que conocen la astronomía a fondo, detenidamente. Aún hoy
en día se la pasan
haciendo
grandes cálculos matemáticos; los mayas
enseñaron al amigo mío, al guía, un sistema
por ejemplo a base
de granos
de maíz y café, con el que hacen
operaciones aritméticas en cuestión
de milésimas
de segundos. Se presentó por ahí un gran experto
en matemáticas, un gran profesor;
mi amigo le dijo: "Usted podrá usar muy
bien
las
computadoras, usted es
un
profesor de
ma- temáticas, pero yo lo reto a que hagamos una operación matemática; voy a usar los procedimientos mayas, con granos
de maíz y café y usted use su computadora". El hombre dijo: "Realmente usted podrá saber
mucho, pero me está faltando
el respeto". "No señor, yo no estoy tratando de faltarle el respeto;
únicamente quiero demostrarle a usted que
los
mayas
son expertos
en matemáticas, y que mientras ustedes
manejan una com- putadora para hacer sus cálculos, aquí se
hacen los cálculos más
rápidamente que en cualquier
computadora, y si quiere usted, hagamos el experimento"... El profesor aquel, lleno
de tremendo orgullo, prefirió
guardar silencio, y se retiró mirando
su reloj; "se le hacía muy tarde", dijo, y
se
fue.
Vean ustedes, pues, que los mayas no son ignorantes como suponen las gentes. Se equivocan: los mayas, realmente, se pasan el tiempo haciendo cálculos astronómicos, y
saben que se acerca a la Tierra un mundo que los mismos
hombres de ciencia ya bautizaron con el nombre
de "Barnard
I";
ese
mundo pertenece a
otro sistema
solar, tiene una órbita
enorme, y se acerca peligrosamente a nuestro mundo
Tierra. Cuando Barnard I sea visible a simple vista, se
producirán acontecimientos
catastróficos extraordinarios; esto
no lo ignoran
los mayas. Entonces, tal como
está escrito
en el Katún
13,
aquel gigantesco
mundo, por fuerza
magnética, atraerá hacia la superficie de nuestra Tierra todo el fuego líquido, brotarán
volcanes por aquí, por acá, y se producirán terribles terremotos y grandes cataclismos; esto será, según los mayas, en el Katún 13 (año 2.043); se están preparando para
este evento
y dicen: "Mi hijo no lo verá, mi nieto
sí lo verá".
Así
que, ellos
son
sabios
en gran manera. De acuerdo con
sus doctrinas está escrito que "en el máximo de acercamiento
de Barnard
I, se producirá una revolución de los ejes de la Tierra, los mares cambiarán de lecho y las tierras actuales
serán devoradas por los océanos, esto es, habrá un cambio
radical
de toda la fisonomía geológica de nuestro mundo". Lo más asombroso es que los mayas desde tiempos antiguos, enjuiciaron a la humanidad actual; ellos dicen que "acercándose el Katún 13, se verán por las calles de todas las ciudades del mundo, "hombres de dos días" (homosexuales), que serían
la vergüenza
de esta raza"
(escudriñando un
poco sobre los citados "hombres
de dos días", vinimos al fin a descubrir que se
trataba de homosexuales); "el mundo todo será
pervertido por el homosexualismo y
el lesbianismo" (cosa que se está cumpliendo
actual- mente).
El
gran incendio universal, pronosticado por Nostradamus, ya estaba escrito en el Katún 13 de los mayas; ellos dicen que "el
fuego como sangre
arderá por todas partes"
y que "quemará todo aquello que tenga vida". Así es que los mayas no ignoran nada de todo esto, lo que está por venir.
rápidamente que en cualquier
computadora, y si quiere usted, hagamos el experimento"... El profesor aquel, lleno
de tremendo orgullo, prefirió
guardar silencio, y se retiró mirando
su reloj; "se le hacía muy tarde", dijo, y
se
fue.
Vean ustedes, pues, que los mayas no son ignorantes como suponen las gentes. Se equivocan: los mayas, realmente, se pasan el tiempo haciendo cálculos astronómicos, y
saben que se acerca a la Tierra un mundo que los mismos
hombres de ciencia ya bautizaron con el nombre
de "Barnard
I";
ese
mundo pertenece a
otro sistema
solar, tiene una órbita
enorme, y se acerca peligrosamente a nuestro mundo
Tierra. Cuando Barnard I sea visible a simple vista, se
producirán acontecimientos
catastróficos extraordinarios; esto
no lo ignoran
los mayas. Entonces, tal como
está escrito
en el Katún
13,
aquel gigantesco
mundo, por fuerza
magnética, atraerá hacia la superficie de nuestra Tierra todo el fuego líquido, brotarán
volcanes por aquí, por acá, y se producirán terribles terremotos y grandes cataclismos; esto será, según los mayas, en el Katún 13 (año 2.043); se están preparando para
este evento
y dicen: "Mi hijo no lo verá, mi nieto
sí lo verá".
Así
que, ellos
son
sabios
en gran manera. De acuerdo con
sus doctrinas está escrito que "en el máximo de acercamiento
de Barnard
I, se producirá una revolución de los ejes de la Tierra, los mares cambiarán de lecho y las tierras actuales
serán devoradas por los océanos, esto es, habrá un cambio
radical
de toda la fisonomía geológica de nuestro mundo". Lo más asombroso es que los mayas desde tiempos antiguos, enjuiciaron a la humanidad actual; ellos dicen que "acercándose el Katún 13, se verán por las calles de todas las ciudades del mundo, "hombres de dos días" (homosexuales), que serían
la vergüenza
de esta raza"
(escudriñando un
poco sobre los citados "hombres
de dos días", vinimos al fin a descubrir que se
trataba de homosexuales); "el mundo todo será
pervertido por el homosexualismo y
el lesbianismo" (cosa que se está cumpliendo
actual- mente).
El
gran incendio universal, pronosticado por Nostradamus, ya estaba escrito en el Katún 13 de los mayas; ellos dicen que "el
fuego como sangre
arderá por todas partes"
y que "quemará todo aquello que tenga vida". Así es que los mayas no ignoran nada de todo esto, lo que está por venir.
Bien, estuve en el sepulcro
del Dios Pacal; me pareció extraordinario. Obviamente, tiene
tal
sepulcro
una
gran
tapa
de piedra, debidamente burilada, cincelada;
Don Pedro
Ferriz, distinguido caballero
dedicado a grandes investigaciones,
en cuestiones de platillos voladores, hombre serio
en estos estudios,
supone
que esa plancha de piedra
que tapa el sepulcro, indica
que el Dios Pacal de
los
mayas era
un astronauta o
viajero del espacio. En eso sí, a pesar de que admiro
a Pedro Ferriz, lamento disentir con él, porque
estuve examinando cuidadosamente aquella gran plancha de piedra
y pude verificar, por mí mismo y en forma directa, que el Dios
Pacal no era, pues, un habitante de otro planeta, como Don Pedro supone.
Aparece sobre la piedra, que pesa varias
toneladas y que cubre
al sepulcro, una gran
cruz
hecha con cañas
de maíz, y esto
nos invita a la reflexión. Entre los Mayas, así como entre
los Náhuacs, Zapotecas, Toltecas, etc., el maíz es sagrado, alegoriza
o simboliza a la simiente humana. Por ejemplo, en China, la India, Japón, etc., la simiente humana
está alegorizada o simbolizada
por el arroz, y en los pueblos
cristianos de Europa
y del Medio Oriente, la simiente
fue alegorizada o simbolizada por el trigo. La cruz
hecha de caña de maíz, obviamente
resulta tremendamente significativa, pues bien sabemos nosotros que la cruz es un instrumento de
liberación, no únicamente de martirio. Realmente, la inserción
del Phalus vertical dentro del Cteis formal hacen cruz. Bien, y
si tal cruz es hecha de cañas de maíz, nos está indicando
algo extraordinario; es obvio que en el ens seminis, dentro
del cual está contenido
el ens virtutis del fuego, existen poderes extraordinarios. El ens seminis, o entidad
del semen, o esperma sagrado
del ser humano, contiene poderes místicos trascendentales, formidables, que los mayas analizaron cuidadosamente en sus estudios, no solamente en Palenque, sino en Can Cún, en Chichen Itzá, etc.
Si la gente supiera el
poder
que existe
en el
ens
seminis, jamás gastaría esa energía
torpemente, en la satisfacción brutal
de las pasiones animales; antes bien, aprenderían a transmutarla. Los mayas conocieron tal ciencia; ellos sabían, por ejemplo, que si no derramaban el vaso de Hermes es
decir,
si no
cometían el
error de eyacular el
ens
seminis, éste se transmutaría en energía creadora. Así es como el cerebro se seminiza, y el semen se cerebriza; como resultado o
secuencia
de un proceder así, en el hombre
resulta una tercera fuerza, profundamente divinal (me refiero al fuego sagrado).
Cuando éste asciende por la espina dorsal del hombre, nos
transforma radicalmente y nos convierte
en verdaderos Superhombres, como el Dios Pacal.
Descendimos las escalinatas que conducen al sepulcro del Dios Pacal; una piedra
triangular sella la entrada (ahora
esa piedra está colocada a un lado);
el hecho de que
sea triangular esa piedra, nos invita
a pensar
en muchas piedras triangulares de las catedrales góticas de Europa. Esa piedra triangular representaría, para el mundo
cristiano, el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo, es decir, a las tres fuerzas
de la naturaleza: Santo Afirmar, Santo Negar y Santo Conciliar. Obviamente, sin esas tres fuerzas
no puede haber ninguna creación; cuando esas tres fuerzas fluyen en
direcciones diferentes, no hay creación; surge una nueva unidad cósmica, se realiza una creación, cuando esas tres fuerzas
coinciden
en un punto dado. Lo mismo sucede con el matrimonio perfecto: el hombre es la fuerza positiva, la mujer la fuerza negativa, y la tercera fuerza, el Santo Conciliar, concilia a los dos lados. Las tres
fuerzas, unidas, realizan
una nueva
creación
y viene al mundo
un nuevo hijo, un nuevo
vástago. Los mayas comprendieron todo esto, y el que
la piedra que
sella el sepulcro, que sella la entrada del sepulcro del Dios Pacal sea triangular, resulta interesante.
Hay un pectoral que aparece, muy bien hecho, sobre el pecho del Dios Pacal, con nueve collares; esos nueve collares representan al noveno círculo dantesco, "el pozo del universo"
dentro del organismo
humano, "el pozo humano", los órganos creadores, e indican que el Dios Pacal era un hombre que
transformaba el esperma sagrado en energía
creadora; que
era un hombre completamente casto, recto
en el
sentido más
completo de
la palabra;
un hombre
que jamás adulteró, que nunca
fornicó. En su cuello aparecen tres collares más, representando a
las tres fuerzas primarias
de la naturaleza y
del Cosmos; indican que el Dios Pacal logró cristalizar, en su naturaleza, la fuerza
del Padre, la fuerza del Hijo, la fuerza del Espíritu Santo: el Santo Afirmar, el Santo Negar y el Santo Conciliar, es decir, que el Dios Pacal logró darle forma a esas tres fuerzas dentro de sí mismo.
El Dios Pacal tiene diez anillos, uno en cada uno de sus dedos;
esto nos está indicando a los diez Sephirotes de la
Cábala Hebraica, a un hombre que
se
llenó
de extraordinarias virtudes,
a un hombre magnífico, un verdadero Avatara o Mensajero para la humanidad de aquella época; un hombre que le entregó a los mayas grandes conocimientos.
En una de sus manos aparece un cubo, una piedra cúbica, y en la otra una esfera. La piedra cúbica nos indica que, realmente, este hombre era tan sabio que poseía la Piedra Filosofal, es decir, la piedra de la verdad;
era un hombre
que había encontrado
la verdad. Y en cuanto a lo otro, en cuanto a la esfera, nos
indica
que
era un hombre perfecto, un hombre
que había despertado su Conciencia, un hombre que gozaba de sabiduría infinita.
Pero hay algo que aterra en todo esto, algo que asombra, que espanta; resulta que lo sepultaron
con seis decapitados. Es
una
cuestión meramente simbólica, pero
los seis decapitados, sí son hechos concretos; decapitaron seis hombres y
los enterraron con el Dios Pacal; claro que para transmitirle a la posteridad un
mensaje. Sin embargo, debemos
reconocer que la forma de transmitir dicho mensaje fue muy sangrienta: seis hombres decapitados. Con eso quisieron decir los mayas que ese hombre había eliminado
todos sus defectos de tipo psicológico; porque
cuando nosotros consultamos la Cábala Hebraica, vemos la estrella de seis
puntas
de Salomón
Rey; seis
puntas son
masculinas, y las seis
entradas, entre
punta y
punta, son femeninas; las doce radiaciones se descomponen, mediante la Alquimia, en doce
Constelaciones del
Zodíaco. Bien, pero
el número seis, indubitablemente, también
recuerda al "Enamorado" al amor, a la pasión, etc., es decir, que ese hombre eliminó de sí mismo
todos
sus defectos pasionales, todos los agregados
psíquicos que le
apenaban; logró la máxima perfección, y el testimonio para la
posteridad fueron los seis decapitados. Si no se conociera
un poquito
de Cábala Hebraica, sería imposible encontrar entonces
el significado de los seis decapitados.
¡Es
tremenda la tumba
del Dios Pacal! El lleva una máscara
de jade, que ha sido reconstruida por
el Museo de Antropología; esa máscara de jade nos está indicando, pues, que su rostro
era tan perfecto, que había que velarlo a los profanos (un rostro de un Hombre Dios)... Se construyó pues, todo un monumento para enterrar, a ese gran Avatara o Mensajero
de los Mayas que se llamó "Pacal".
Pacal fue un hombre que trabajó con el maíz, es decir, con la
simiente. En la plancha o tapa de piedra
que cubre la tumba del Dios Pacal, aparece éste como descendiendo de la cruz; entonces
no es como Don
Pedro Ferriz piensa, que está este hombre manejando algún aparato capaz de viajar a través
del espacio. Aparece también
allí un símbolo del planeta
Marte, p
indicarnos que
el Dios Pacal estaba
relacionado en alguna forma
con el planeta Marte; más no
quiere decir eso
que fuera habitante o un extraterrestre venido de
Marte, sino un hombre influenciado por la radiación marciana, un hombre de carácter enérgico, un hombre fuerte que supo enseñar a
los
mayas su doctrina. Investigando, pues, todas estas cuestiones mayas, todos estos aspectos
antropológicos, debemos volvernos profundamente reflexivos.
Estamos
en momentos en que la gran catástrofe se acerca; de acuerdo
con los mayas: "antes de que esa gran catástrofe venga al mundo", dicen los mayas, "habrá guerras en toda la redondez de la Tierra", y esto también
lo afirman las profecías
de distinguidos sabios. Guerras
estamos
viendo por todas
partes:
el mundo del Medio Oriente, por ejemplo, se encuentra en estos
momentos abocado
a nueva
guerra;
calamidades las habrá y por montones, antes del Katún 13. Pensemos
que el fondo de los mares
está agrietado; hay algunas grietas tan profundas, por ejemplo en el Pacífico, que ya ponen en contacto el agua con el fuego líquido que existe en el interior del mundo: como consecuencia o corolario, en estos momentos se están for- mando presiones y vapores dentro, en el interior de la Tierra; tales vapores y presiones originan de hecho tremendos maremotos y terremotos por aquí y por allá. Obviamente, la Tierra está en una gran agonía; esto lo saben los científicos. Por
ejemplo, los peces del inmenso mar se están agotando, debido a la contaminación; los aires están contaminados y son muchos los seres humanos
que se están enfermando a causa de la polución ambiental... Dijeron ciertos hombres de ciencia que "si
nosotros no logramos corregir el smog, antes de cuarenta años habrá
perecido, por lo menos, la mitad de la humanidad. Las tierras se están volviendo estériles en estos momentos; ya
no son capaces de producir todo lo que la humanidad necesita. Debemos saber que sobre la faz de la Tierra existen cuatro mil quinientos millones de personas, y las tierras cultivables, en estos momentos, están en agonía. Los frutos de la tierra han sido adulterados por los sabihondos; éstos con sus sabihondeces, incuestionablemente han causado gran daño: han injertado plantas con otras plantas, y aparecen frutos que alegran la vista, pero que no poseen
los mismos poderes vitales de los frutos
naturales, y es que resulta absurdo intentar corregir a la naturaleza; ella sabe lo que hace.
Así que, mis queridos amigos, después de
haber viajado
por
las tierras del Mayab y haberme enterado de lo que le viene al mundo, del Katún 13, he querido
platicar
con ustedes esta noche para decirles que los
mayas no fueron
ningunos ignorantes y
que todos los pueblos
de México
estuvieron dotados de terrible sabiduría.
El dios Pacal