Los 7 principios herméticos
HE AQUÍ LOS 7 PRINCIPIOS UNIVERSALES
DADOS A CONOCER POR EL MENSAJERO DE LOS DIOSES EL TRES (3) VECES GRANDE,
HERMES TRIMEGISTO,
ESTE NOMBRE LE FUE ASIGNADO AL DIOS EJIPCIO THOT POR LOS GRIEGOS.
A QUIEN TAMBIEN LE LLAMARON ENTRE LOS DIOSES DEL OLIMPO ¨EL MENSAJERO DE LOS DIOSES.
HE AQUÍ LOS 7 PRINCIPIOS O LEYES HERMÉTICOS
I. - El principio del MentalismoII. - El principio de Correspondencia
III.- El Principio de Vibración
IV. - El Principio de Polaridad
V. - El Principio del Ritmo
VI. - El Principio de Causa y Efecto
VII. - El Principio de Generación.
I. EL PRINCIPIO DEL MENTALISMO
"El TODO es Mente; el universo es mental". EL KYBALION.
Este principio encierra la verdad de que "todo es mente". Explica que el TODO, que es la realidad sustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los nombres de "universo material", "fenómenos de la vida", "materia", "energía", etc., y en una palabra, todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente. Explica también que todo el mundo fenomenal o universo es una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Este principio, al establecer la naturaleza mental del universo, explica fácilmente los varios fenómenos mentales y psíquicos que tanto han preocupado la atención del público, y que sin tal explicación no son comprensibles y desafían toda hipótesis científica. La comprensión de este principio hermético de mentalismo habilita al individuo a realizar y conocer la ley que rige el universo mental, aplicándola a su bienestar y desarrollo. El estudiante de la Filosofía Hermética puede emplear conscientemente las grandes leyes mentales, en vez de usarlas por casualidad o ser usado por ellas. Con la clave maestra en su poder, el discípulo puede abrir las puertas del templo del conocimiento mental y psíquico y entrar en el mismo, libre e inteligentemente.
Este principio explica la verdadera naturaleza de la energía, de la fuerza y de la materia, y el cómo y el porqué todas estas están subordinadas al dominio de la mente. Uno de los antiguos Maestros escribió largo tiempo ha: "El que comprenda la verdad de que el universo es mental, está muy avanzado en el sendero del adepto". Y estas palabras son tan verdad hoy en día como lo eran cuando fueron escritas. Sin esta clave maestra el adeptado es imposible, y el estudiante que no lo posea, en vano llamará a la puerta del Templo.
II. - EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA
"Como arriba es abajo, como abajo es arriba".
EL KYBALION.
Este principio encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida, y el antiquísimo axioma hermético se refiere precisamente a esto, y afirma: "Como arriba es abajo, como abajo es arriba", y la comprensión de este principio da una clave para resolver muchos de los más obscuros problemas y paradojas de los misteriosos secretos de la Naturaleza. Hay muchos planos que no conocemos, pero cuando aplicamos esa ley de correspondencia a ellos, mucho de lo que de otra manera nos sería incomprensible se hace claro a nuestra conciencia. Este principio es de aplicación universal en los diversos planos, mental, material o espiritual del Kosmos: es una ley universal. Los antiguos hermetistas consideraban este principio como uno de los más importantes auxiliares de la mente, por cuyo intermedio se puede descorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vida. Su aplicación puede desgarrar un tanto el Velo de Isis, de tal manera que nos permita ver, aunque más no sea, algunos de los rasgos de la diosa.
De igual manera que el comprender los principios de la geometría habilita al hombre para medir el diámetro, órbita y movimiento de las más lejanas estrellas, mientras permanece sentado en su observatorio, así también el conocimiento del principio de correspondencia habilita al hombre a razonar inteligentemente de lo conocido o lo desconocido; estudiando la mónada se llega a comprender al arcángel.
III. - EL PRINCIPIO DE VIBRACION
"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra".
EL KYBALION.
Este principio encierra la verdad de que todo está en movimiento, de que nada permanece inmóvil, cosas ambas que confirma por su parte la ciencia moderna, y cada nuevo descubrimiento lo verifica y comprueba. Y, a pesar de todo, este principio hermético fue enunciado cientos de años ha por los Maestros del antiguo Egipto. Este principio explica las diferencias entre
las diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios.
Desde el TODO, que es puro espíritu, hasta la más grosera forma de materia, todo está en vibración: cuanto más alta es esta, tanto más elevada es su posición en la escala. La vibración del espíritu es de una intensidad infinita; tanto, que prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rapidísimamente parece que
está sin movimiento. Y en el otro extremo de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tan débil que parece también estar en reposo. Entre ambos polos hay millones de millones de grados de intensidad vibratoria. Desde el corpúsculo y el electrón, desde el átomo y la molécula hasta el astro y los Universos, todo está en vibración. Y esto es igualmente cierto en lo que respecta a los estados o planos de la energía o fuerza (la que no es más que un determinado estado vibratorio), y a los planos mentales y espirituales.
Una perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás. Los Maestros también emplean este principio para conquistar los fenómenos naturales. "El que comprenda el principio vibratorio ha alcanzado el cetro del poder", ha dicho uno de los más antiguos escritores.
IV. - EL PRINCIPIO DE LA POLARIDAD
"Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semi verdades todas las paradojas pueden reconciliarse".
EL KYBALION.
Este principio encierra la verdad de que todo es dual; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos, afirmaciones que son de otros tantos axiomas herméticos. Explica y dilucida las antiguas paradojas que han dejado perplejos a tantísimos investigadores, y que literalmente decían: "La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza, difiriendo solo en grado"; "los
opuestos son idénticos en realidad, diferenciándose en su gradación"; "los pares de opuestos pueden conciliarse, los extremos se tocan"; "todo es y no es al mismo tiempo", "toda verdad no es sino media verdad"; "toda verdad es media falsa", etc.
Este principio explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los "opuestos" no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos. El calor y el frío, aunque opuestos, son realmente la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados de aquella. Mirad un termómetro y tratad de averiguar donde empieza el calor y donde termina el frío. No hay nada que sea calor absoluto en realidad, indicando simplemente ambos términos, frío y calor, diversos grados de la misma cosa, y que ésta se manifiesta en esos opuestos no es más que los polos de eso que se llama Calor, o sea la manifestación del principio de polaridad que nos ocupa. El mismo principio se manifiesta en la "luz" y la "obscuridad", las que, en resumen, no son sino la misma cosa, siendo ocasionada la diferencia por la diversidad de grado entre los dos polos del fenómeno. ¿Dónde termina la obscuridad y dónde empieza la luz? ¿Cuál es la diferencia entre grande y pequeño? ¿Cuál entre duro y blando? ¿Cuál entre duro y blando? ¿Cuál entre blanco y negro? ¿Cuál entre alto y bajo? ¿Cuál entre positivo y negativo? El principio de polaridad explica esta paradoja.
El mismo principio opera de idéntica manera en el plano mental. Tomemos, por ejemplo, el amor y el odio, dos estados mentales completamente distintos aparentemente, y notaremos que hay muchos grados entre ambos; tantos, que las palabras que nosotros usamos para designarlos, "agradable" y "desagradable", se esfuman una en la otra, hasta tal punto que muchas veces somos incapaces de afirmar si una cosa nos causa placer o disgusto. Todas no son más que gradaciones de una misma cosa, como lo comprenderéis claramente por poco que meditéis sobre ello. Y aun más que esto, es posible cambiar o transmutar las vibraciones de odio por vibraciones de amor, en la propia mente y en la mente de los demás, lo que es considerado como lo más importante por los hermetistas.
Muchos de los que leéis estas páginas habréis tenido experiencias en vosotros mismos y en los demás de la rápida e involuntaria transición del amor en odio y recíprocamente. Y ahora comprenderéis la posibilidad de efectuar esto por medio del poder de la voluntad, de acuerdo con las fórmulas herméticas. El "Bien" y el "Mal" no son sino los polos de una misma
y sola cosa, y el hermetista comprende y conoce perfectamente el arte de transmutar el mal en el bien aplicando inteligentemente el principio de polaridad. En una palabra, el "arte de polarizar se convierte en una fase de la alquimia mental, conocida y practicada por los antiguos y modernos Maestros herméticos. La perfecta comprensión de este principio capacita para cambiar la propia polaridad, así como la de los demás, si uno se toma el tiempo y estudia lo necesario para dominar este arte.
V. - EL PRINCIPIO DEL RITMO
"Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación".
EL KYBALION.
Este principio encierra la verdad de que todo se manifiesta en un determinado movimiento de ida y vuelta; un flujo y reflujo, una oscilación de péndulo entre los dos polos que existen de acuerdo con el principio de polaridad, descripto un momento ha. Hay siempre una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una ascensión y un descenso. Y esta ley rige para todo; soles, mundos, animales, mente, energía, materia. Esta ley lo mismo se manifiesta en la creación como en la destrucción de los mundos, en el progreso como en la decadencia de las naciones, en la vida, en las cosas todas, y, finalmente, en los estados mentales del hombre, y es con frecuencia a esto último que creen los hermetistas que este principio es el más importante. Los hermetistas han descubierto este principio, encontrándolo de aplicación universal, y han asimismo descubierto ciertos métodos para escapar a sus efectos, mediante el empleo de las fórmulas y métodos apropiados. Emplean para ello la ley mental de neutralización. No pueden anular el principio o impedir que opere, pero han aprendido a eludir sus efectos hasta un cierto grado, grado que depende del dominio que se tenga de dicho principio.
Saben como usarlo, en vez de ser usados por él. En este y en otros parecidos métodos consiste la ciencia hermética. El Maestro se polariza a sí mismo en el punto donde desea quedarse, y entonces neutraliza la oscilación rítmica pendular que tendería a arrastrarlo hacia el otro polo. Todos los que han adquirido cierto grado de dominio sobre sí mismos ejecutan esto hasta cierto punto, consciente o inconscientemente, pero el Maestro lo efectúa conscientemente, y por el solo poder de su voluntad alcanza un grado tal de estabilidad y firmeza mental casi imposible de concebir por esa inmensa muchedumbre que va y viene en un continuado movimiento ondulatorio, impulsada por ese principio de ritmo. Este, así como el de la polaridad, ha sido cuidadosamente estudiado por los hermetistas, y los métodos de contrabalancearlos, neutralizarlos y emplearlos, forman una de las partes más importantes de la alquimia mental hermética.
VI. - EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO
"Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley".
EL KYBALION.
Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y toda causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre conforme a la Ley.
La suerte es una palabra vana, y si bien existen muchos planos de causas y efectos, dominando los superiores a los inferiores, aun así ninguno escapa totalmente a la Ley. Los hermetistas conocen los medios y los métodos por los cuales se pude ascender más allá del plano ordinario de causas y efectos, hasta cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se convierten en causas en vez de efectos. Las muchedumbres se dejan llevar, arrastradas por el medio ambiente que las envuelve o por los deseos y voluntades de los demás, si éstos son superiores a las de ellas. La herencia, las sugestiones y otras múltiples causas externas las empujan como autómatas en el gran escenario de la vida.
Pero los Maestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus caracteres, sus cualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea, convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de ser los dirigidos.
Ayudan a las masas y a los individuos a divertirse en el juego de la vida, en vez de ser ellos los jugadores o los autómatas movidos por ajenas voluntades. Utilizan el principio, en vez de ser sus instrumentos. Los Maestros obedecen a la causación de los planos superiores en que se encuentran, pero prestan su colaboración para regular y regir en su propio plano. En lo dicho está condensado un valiosísimo conocimiento hermético: que el que sea capaz de leer entre líneas lo descubra, es nuestro deseo.
VII. - EL PRINCIPIO DE GENERACION
"La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.".
EL KYBALION.
Este principio encierra la verdad de que la generación se manifiesta en todo, estando siempre en acción los principios masculino y femenino. Esto es verdad, no solamente en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual.
En el mundo físico este principio se manifiesta como "sexo", y en los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio subsiste siempre el mismo. Ninguna creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio. La comprensión del mismo ilumina muchos de los problemas que tanto han confundido la mente de los hombres. Este principio creador obra
siempre en el sentido de "generar", "regenerar" y "crear". Cada ser contiene en sí mismo los dos elementos de este principio. Si deseáis conocer la filosofía de la creación, generación y regeneración mental y espiritual, debéis estudiar este principio hermético, pues él contiene la solución de muchos de los misterios de la vida. Os advertimos que este principio nada
tiene que ver con las perniciosas y degradantes teorías, enseñanzas y prácticas, que se anuncian con llamativos títulos, las que no son más que una prostitución del gran principio natural de generación. Tales teorías y prácticas no son más que la resurrección de las antiguas doctrinas fálicas, que solo pueden producir la ruina de la mente, del alma y del cuerpo, y la
Filosofía Hermética siempre ha alcanzado su verbo de protesta contra esas licencias y perversiones de los principios naturales. Si lo que deseáis son tales enseñanzas, debéis irlas a buscar a otra parte: el hermetismo nada contiene sobre ellas. Para el puro todas las cosas son puras; para el ruin todas son ruines.
Hoy en día, seguimos utilizando el concepto de "hermético" en el sentido de secreto, oculto, reservado, etc. y esto, como bien se explica en el Kybalion, es debido a que los hermetistas siempre habían observado el secreto de sus enseñanzas, las mismas enseñanzas están veladas de forma simbólica y por lo tanto ocultas para aquellos que no las pueden comprender o que ni siquiera las intuyen.
La Filosofía Hermética junto con todas sus Ciencias no sólo aportan conocimiento al intelecto sino que tienen la cualidad inherente de transmutar, de cambiar al buscador a medida que se adentra en estos conocimientos, esa es la verdadera esencia de la Filosofía Hermética, de la auténtica Alquimia espiritual que nos permite reconciliar los opuestos en nuestro propio Atanor, recordad la frase del Kybalion:
«La mente, así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.»
Tratemos tal y como nos enseña el Kybalion de comprender algo que sucede en planos superiores examinando lo que sucede en el nuestro propio.
El Todo es mente el Universo es mental.
En todas las civilizaciones antiguas existía la creencia de una Mente Universal, de un Todo llamado de diferentes formas según la época y el lugar, a la par de la existencia de un ORDEN UNIVERSAL que nos contiene a Todos en su interior pero que no es el Todo, los Egipcios le llamaron Ma'at, los griegos Cosmos, en Roma fue el Universo, en la India es el Dharma, en China el Tao y los Mayas como Hunab-Kú ... decenas de nombres para definir una misma Realidad. Dentro de este Todo en el que existe este Orden manifestado también encontramos su opuesto, definido por las antiguas culturas con nombres de divinidades como Seth en Egipto o Kaos en Grecia...pero ¿que es en realidad este Orden Universal ? ¿De que esta creado y cómo se manifiesta?
No es misión de estas líneas introducirnos en la forma en que definían, comprendían y aplicaban cada una de esas culturas este Orden, pues actualmente el hombre a perdido la capacidad de sentirse integrado y participe de este Orden, creyéndose superior a toda otra creación, con poder para modificar, analizar, disgregar, separar, racionalizar y gobernar a su antojo sobre todo lo demás, sin respetar sus leyes y sus ciclos Armónicos, su naturaleza holística... El pensamiento material-mecanicista nos perjudica atrofiándonos en parte nuestra consciencia empática para poder posicionarnos en el lugar del otro.
Trataremos de intuir el Macrocosmos (Gran Orden) a través de nuestro microcosmos (pequeño orden), como decían los Maestros griegos, "Conócete a ti mismo y conocerás a los Dioses y al Universo entero en toda su creación".
Trataremos pues de aplicar la Ley de correspondencia, Como es arriba es abajo.
¿Cómo crea el Hombre?
Las enseñanzas herméticas nos dicen que el Hombre puede crear de distintas formas: por reproducción sexual y/o por distintos tipos de materiales que encontramos, con los que somos capaces de crear utensilios, casas, libros... Si aplicamos el Principio de Correspondencia a estas formas de creación rápidamente vemos que no son posibles, pues son formas de creación que necesitan de "agentes externos" para crear, pues no existe nada fuera del Todo que le sirva para crear.
¿Existe alguna otra forma de creación? Si, la creación mental donde no hace falta ningún tipo de material y donde la idea permanece pura y perfecta antes de manifestarse en la materia y de donde nacen las otras dos formas de creación.
Desde nuestro punto de vista como hombres, observamos en las mismas sociedades en las que vivimos que tras cada manifestación en la que existe un "orden" está detrás la mente humana, cualquier expresión de Arte que contenga belleza, cualquier construcción, cualquier IDEA que hace posible algo en el plano físico, en definitiva todo aquello en que el hombre es capaz de dar forma, desde aquel primer primitivo instrumento de caza, aquella primera flauta hecha de hueso, una simple taza de té... a cualquiera de las últimas naves espaciales... y también todo aquello que es capaz de legislar, de regir, de gobernar (en el caso de nuestras leyes, nuestras sociedades, nuestros países) nace de un sólo y único lugar, nuestra propia mente.
Como dicen los Maestros:
"A diferencia de los animales, el hombre tiene el extraordinario poder de concebirse y construirse a sí mismo y de cambiar también el mundo que le rodea, pues al fin y al cabo, el mundo es como es, por que el hombre lo ha concebido así."
Hermes afirma esto mismo en una gran Verdad "Como es arriba es abajo", el Hombre tiene el extraordinario poder de hacer realidad aquello que sucede "arriba" ("arriba" como simples ideas de nuestra mente finita o como el reflejo de un Orden Universal infinito, las dos son idénticas pero difieren en su grado de manifestación), y manifestarlo "abajo", en el plano de nuestra realidad material, creando y reflejando ese Orden Celeste o creando de una idea sutil en nuestra mente algo tangible, comprobable, ya sea en el plano físico, en el plano mental o incluso espiritual, cambiando de un estado a otro de conciencia a voluntad logramos manifestar aquellas realidades sutiles. Así tienen origen todas las cosas que el hombre es capaz de crear, desde un simple utensilio de caza a la complejidad de una civilización o sociedad...
Pero no nos quedemos sólo con las cosas materiales o aquello que se "genera" en nuestra mente, pues eso sería una egoísta forma de empleo del conocimiento, los sabios herméticos de estas civilizaciones conocían el funcionamiento de las leyes que rigen este Cosmos, por lo tanto comprendían el funcionamiento de las leyes superiores y del funcionamiento del Orden cósmico, tratando de aplicarlos a las leyes y sociedades que crearon, pretendiendo ser un reflejo celeste tras haber conocido y comprendido estos misterios.
El ser humano siempre a tratado de vivir dentro de un orden, contrariamente a lo que significa el Kaos, cuando no existe un orden es imposible la evolución, las sociedades, civilizaciones y culturas se estancan, entran en decadencia, existen crisis de gobiernos, el ser humano resulta perjudicado y actualmente podemos incluso auto-destruirnos..., para evitarlo las sociedades deben estar "ordenadas", legisladas y gobernadas por personas justas que sepan educar en la sociedad ese orden que nos permite la convivencia en armonía con otros millones de personas. Cuando más se acerca ese orden armónico de nuestra sociedad al Orden Armónico del Universo más sentiremos nuestra unidad con el Todo como individuos.
Universo
que ellos tenían y como lo aplicaban al día a día, no nos quedemos con las formas, quedémonos con las esencias que permanecen inmutables a través de los siglos o incluso milenios.
Como dice el Kybalion, si aplicamos el principio de correspondencia a todo esto se puede pensar justificadamente que el Todo crea el universo mentalmente, de una manera parecida al proceso mediante el cual el hombre crea sus imágenes mentales finitas. El Todo no puede crear de ninguna manera, excepto mentalmente, sin emplear ni materiales, ni tampoco reproduciéndose. Como afirma el Kybalion:
"El Universo y todo lo que este contiene es una creación mental del Todo, la mente infinita del Todo es la matriz del Cosmos".
Mas "todo lo que contiene el Cosmos es parte del Todo pero no es el Todo es si mismo", para comprender esto que hace referencia a la chispa divina que todo y todos contenemos en nuestro interior (la filosofía Zen le llama "Kami") tenemos el ejemplo del Kybalion, podríamos decir que Otelo, Yago, Hamlet, Lear, Ricardo III, etc., existieron en la mente de Shakespeare en el momento de su concepción o creación. Y sin embargo Shakespeare existió dentro de cada uno de ellos dándole su vitalidad, su espíritu, su acción, ¿Poseen estos personajes un espíritu independiente de su creador? o talvez representan los poderes mentales y espirituales de su creador?
«La mente, así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.»
EL KYBALION
El concepto de transmutación mental que nos propone la filosofía hermética es una transmutación a conciencia del ser humano, de negativo a positivo, de lo malo a lo bueno, de "plomo" en "oro", de ignorar a conocer, del odio al Amor. El cambio gradual de todo aquello que no nos agrada en nuestra forma de ser, que se determina a través del conocimiento, el auto conocimiento y una abertura de la conciencia.
El kybalion nos dice:
"Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concéntrese a la atención en el polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se mata cambiando su polaridad".
El kybalion
Esta operación es uno de los principales axiomas herméticos, una enseñanza atemporal, por supuesto dominado y explicado por Hermes Trismegisto hace mas de 5000 años, simplemente nos indica que prestemos atención aquello que deseamos eliminar, podemos aplicarlo a cualquier ámbito de nuestra vida, tanto de forma externa como interna, por ejemplo:
Según el estilo de campañas publicitarias de cualquier tabacalera, podemos pensar que fumar es un "placer" , creyendo esta afirmación no somos concientes de la adicción no controlada, más lo que representa para nuestra salud y nuestro bolsillo, pero si al contrario pensamos que fumar es un "vicio", nuestra mentalidad o estado de conciencia cambiará poco a poco, gradualmente nuestra visión hacia ese "vicio", "falso placer" o cosa que queramos eliminar de nuestro Ser; controlando las causas controlaremos los efectos negativos de lo que queramos suprimir, podemos emplearlo en cualquier cosa que creamos que no es positiva, cualquier cosa que siendo tanto interna como externa domine nuestra mente y por lo tanto nuestra manera de Ser.
Pero también hay que mantener "el ritmo" y no llegar al extremo completamente opuesto, llegar a "odiar", por que si odiamos, aquello que odias, nunca puedes desprendértelo, el odio impide pensar, se transforma en obsesión, formando parte de nosotros, de nuestras vidas y siempre habitará en nuestra mente y pensamientos...hay que buscar el equilibrio.
Otra forma es cambiando nuestra visión interior sobre los seres vivos, por ejemplo, los árboles, reconociendo la misión que han cumplido con creces alimentando las hogueras de nuestros ancestros (sin las cuales nunca estaríamos donde estamos), ya es hora de que les demos "un respiro", por que ellos facilitan el nuestro..., no es lo mismo observar un árbol como un trozo de madera para decorar nuestras casas, que como un ser vivo...
En la filosofía hinduista encontramos un método para escapar de causas y efectos inferiores, para respetar nuestro entorno y armonizarnos con el, "el ahimsa" o "la doctrina del no daño", adoptada del jainismo, su práctica es no causar daño a ningún ser sensible o que pueda sufrir dolor, es una manera de "polarizar" hacia un respeto por aquello que nos rodea, lo que me perjudica a mi, perjudica a los demás, lo que perjudica a los demás me perjudica a mi, lo que beneficia a los demás me beneficia a mi, lo que me beneficia a mi beneficia a los demás. Pero no solo incluye a las personas, sino a todos los seres "sensibles"...
En Grecia encontramos enseñanzas paralelas, Hipócrates nos dijo :
"Convierte en hábito dos cosas, ayudar o como mínimo no hacer daño."
Y Pitágoras:
«Si el bien es más difícil de hacer que el mal, haz el bien, aunque sólo sea para saborear el placer de la dificultad vencida. Si el bien es tan fácil de hacer como el mal, haz el bien, si no quieres quedar sin excusa. Si el bien es más ventajoso de hacer que el mal, serías un insensato si hicieras el mal. En todos los casos tienes motivos suficientes para preferir la práctica del bien a la del mal».
Como mínimo, deberíamos intentar causar el menor daño posible. Si controlamos las causas, empezando por aquellas menores, dejaremos de sufrir efectos no deseados o no controlados a voluntad, pasaremos de ser "efectos" a "causas", escapando del plano inferior a otro superior, regiremos en el inferior pero sujeto a otros efectos superiores.
"Las masas se dejan arrastrar, obedeciendo al ambiente que les rodea, a las voluntades y deseos de hombres más fuertes que ellas, a los efectos de las tendencias heredadas o las sugestiones u otras causas exteriores, no siendo mas que simples fichas en el tablero de ajedrez de la vida."
(El kybalion)
Quien practica la transmutación mental trabaja en otro estado de conciencia o plano, transformando a "conciencia" condiciones y estados mentales en otros, de acuerdo con fórmulas más o menos eficaces.
Escuelas modernas de psicología utilizan varios «tratamientos», «afirmaciones», «autosugestiones», etc. , no son más que esos mismos principios del arte hermético, a menudo utilizados inconcientemente y por lo tanto imperfectos .
Con conocimiento, autoconocimiento y mucha voluntad, el ser humano puede pasar de un estado de conciencia a otro, de efecto a causa, de ser un ser destructivo a un ser constructivo, de un ser apático e inmóvil a un ser con ganas de vivir, respetuoso, participe y "armonizado" con su entorno, pero hay que demostrarlo, el kybalion nos anima a "evitar toda avaricia mental y expresar en la práctica todo aquello que hallamos aprendido.", cosa que se consigue con estudio, conocimiento, atención, y mucha fuerza de voluntad...
El hermetismo no busca solo una posesión del conocimiento teórico sino que lo busca en la práctica, enseñándonos al mismo tiempo que nos forma.
Los carpinteros dan forma a la madera; los flecheros dan forma a las flechas; los escultores dan forma a la piedra; los sabios se dan forma a si mismos"
Siddharta Gautama ( el Buda )
"La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo que el enterrar metales preciosos: una cosa vana e inútil. El conocimiento, lo mismo que la fortuna, deben emplearse. La ley del uso es universal, y el que la viola sufre por haberse puesto en conflicto con las fuerzas naturales".
El kybalion