Aprenda Cómo Curar Con Las
Manos
La energía existe, y todos somos capaces tanto de
sentirla como de transmitirla. Curar con las manos es una técnica
inmemorial. Ya en los Evangelios Jesús imponía sus manos para curar a los
enfermos. Por supuesto, no se trata de compararnos con Jesucristo, se trata de
entender que esta habilidad se puede practicar hasta la maestría, y curarnos a
nosotros mismos y a los que queremos.
Desde el punto de vista energético, la salud es
armonía y equilibrio entre los diferentes cuerpos de energía: el físico, el
mental y el espiritual. Cuando esa armonía se rompe, entonces hablamos de
enfermedad, que es el desequilibrio producido por un bloqueo en algún área de
los distintos campos bioenergéticos que integran nuestros tres cuerpos. Por lo
tanto, la sanación es la restauración de ese equilibrio perdido.
La tarea de curar con las manos
Todos tenemos la capacidad de curar con las manos, hay
que aprender y practicar la técnica. No es fácil restituir el equilibrio en
otros cuando nosotros mismos no somos armónicos; debemos conocer nuestras
limitaciones, y abrir nuestro corazón y nuestra sensibilidad para que la
energía fluya a través nuestro.
Hay algunos puntos a considerar cuando pensamos en
curar con nuestra energía a través de las manos:
- Ante todo, debemos conocer el campo energético, que es la energía que rodea nuestro cuerpo y está formado por capas de diferentes vibraciones, cada una de ellas relacionada con uno de los siete chacras mayores o centros de energía del cuerpo. Si uno de los chacras se desequilibra, la consecuencia será una determinada enfermedad, que será más grave cuanto mayor sea la desarmonización.
- El segundo punto es conocer el proceso de la enfermedad: En una persona sana los chacras giran rítmicamente tomando energía del campo energético y transmitiéndola hacia el interior del cuerpo a fin de que este la use. Cuando hay desequilibrio, los chacras no giran con el mismo ritmo y se desintonizan. Habitualmente, se pueden ver los chacras con alteraciones, que corresponderán con las dolencias que tenga la persona en ese momento.
- A partir de aquí empieza el conocimiento de la propia sensibilidad, el desarrollo de nuestros canales curativos; no es magia, es una sensibilidad mayor que se puede perfeccionar a través de la práctica. Tómate unos días para estudiar tus manos y puedas aprender a sentir con ellas de maneras distintas. Observa las diferencias entre ellas, su temperatura, su propia forma de tocar y anota tus experiencias. Y sobre todo, ten paciencia.
Ejercicio introductorio
Para aprender a manejar el fluido de energía de
nuestro cuerpo, puedes hacer este ejercicio:
Coloca las palmas de las manos a 10 cm, muévelas
lentamente ampliando y reduciendo la distancia. Imagina que tienes una esfera
entre ellas. Sepáralas 20 cm y acércalas poco a poco hasta sentir que una
fuerza se opone entre ambas y no les permite tocarse. Éste es el campo
energético.
Para aprender a aplicarlo y curar
con las manos es recomendable que pidas
orientación a los maestros y tengas la adecuada preparación. Afortunadamente,
hoy puedes aprender a hacer Reiki y a dominar esta técnica de sanación al ritmo
que tú desees y sin moverte de tu casa. Puedes lograrlo con el método CURSO MAESTRO REIKI
de Alejandra Mansilla.
Este curso es muy fácil de seguir, y puedes aprovechar
tu tiempo libre para adquirir este conocimiento. No importa si sólo cuentas con
10 o 20 minutos al día, igual podrás alcanzar el nivel de Maestro Reiki y sin
dejar de lado tus ocupaciones diarias. La clave está en trabajar de forma
inteligente para sacar el máximo beneficio de esos minutos que dediques. Es un
método probado y comprobado para que en tan sólo 21 días o menos puedas sanar
por medio de la imposición de manos.
Una bola de
energía psíquica se crea para enseñar manipulación y programación básicas de
energía. Pueden ser programadas para llevar a cabo tareas mucho más
complicadas.
Este
ejercicio es mucho más sencillo si tienes un tutor uno a uno, pero se puede
encontrar en muchos libros y otros recursos sobre magia y entrenamiento
psíquico.
Preparación
1
Aterrízate y céntrate. Puedes
comenzar visualizando la energía extendiéndose hacia dentro de la Tierra como
las raíces de un árbol, conectándose con su energía. Existen otros métodos.
Este ejercicio es para balancearte.
2
Reconoce el flujo de la
energía psi. El psi es energía que puede sentirse, pero por el
momento es suficiente con saber que la energía existe dentro de ti y que fluye
a través de tu cuerpo todo el tiempo.
Uno
1
Aprender a mover el psi. Esto es
sencillo una vez que sabes cómo, pero puede tomar un tiempo dominarlo. La bola
psi se crea moviendo la energía psi hacia una ubicación deseada en la forma de
una pequeña esfera. Para algunos, la bola psi estándar es un poco más grande
que una pelota de beisbol, y más chica que una de softball. Sin embargo, se
pueden hacer más grandes – para rodear nuestro cuerpo como un escudo, o incluso
algo mayor que eso.
2
Posiciona tus manos. Puedes
utilizar una mano o dos, puedes sostenerlas vertical u horizontalmente. Solo
haz lo que se sienta bien. Asegúrate de no colocar tus manos en una posición
que te canse y te haga temblar del estrés. Algunas personas batallan para
sentir el psi si sus dedos se están tocando.
3
Siente el flujo del psi. Visualiza
el psi en tu plexo solar. El plexo solar es el punto en el que tus costillas
inferiores se juntan en el centro; posiciona tu mano en tu estómago y tu
meñique tocando tu ombligo. Ésta es el área que querrás utilizar. Existen
muchas interpretaciones de cómo se ve el psi, como agua, fuego, luz…Escoge la
que te parezca mejor. Imagínalo en tu esternón moviéndose lentamente, y trata
de sentir tu plexo solar mientras visualizas esto. Aquí está localizado
un chakra importante.
4
Mueve el psi. Visualízalo
moviéndose lentamente hacia arriba, yendo hacia tu pecho y sobre tus hombres.
Trata de sentirlo mientras sucede. Deja que baje a tus brazos, a tus manos,
deja que se acumule ahí por un rato. Mándalo hacia arriba, luego de vuelta a tu
esternón. Haz esto varias veces hasta que comiences a dominarlo.
5
Crea un cascarón. Saca psi de
tu plexo solar. Cuando llegues a tus manos, en lugar de dejar que se acumule,
deja que fluya fuera de tus palmas y forme una esfera hueca. Esta esfera es lo
que utilizarás como cascarón.
6
Programa la bola y llénala. Esto quiere
decir que proyectes tus intenciones dentro de la bola psi, para controlar su
comportamiento. Una programación básica es mantener dentro el psi, y mantenerlo
en una ubicación en lugar de dejarlo volar en cualquier dirección. Después de
que hayas creado tu cascarón con éxito, querrás llenarlo; deja que el psi fluya
dentro del cascarón. Tu bola psi está lista.
7
Mueve tu bola psi. Muévela
como moviste el psi de tu plexo solar. Aunque esta vez no estará en tu cuerpo.
Esto puede tomar práctica pero mejorarás.
8
Experimenta con otros métodos. Existen
muchas maneras de hacer bolas psi, algunas personas tienen mucho más éxito
haciéndolo de otra manera. Los principios son los mismos; localiza tu fuente de
energía, mueve el psi, luego coloca el psi dentro de un área y utiliza
la energía que tengas para crear la bola psi.
9
Experimenta con compresión. Crea la
bola psi del tamaño de una pelota de playa, luego cuando sientas que estás
listo comprímela formando una bola más pequeña y densa. Muchas personas parecen
tener buenos resultados con esto.
Dos
1
Reúne tu energía. Esto puede
ser de tu propio cuerpo o de otra fuente. Puedes visualizar la energía entrando
y llenando cada parte de tu cuerpo desde la Tierra hacia tus pies, o desde el
cielo y el sol a través de tu chakra coronario. Algunas personas imaginan la
energía entrando al cuerpo al inhalar y hacia afuera por las manos por medio de
la exhalación.
2
Pon firmes tus manos. Cuando
sientas que tienes suficiente energía extiende tus manos. Puedes colocarlas
como si sostuvieras una pelota de basquetbol, o puedes colocarlas como si
sostuvieras una pelota de beisbol, o también puedes utilizar una sola mano. Haz
lo que se sienta más natural.
3
Visualiza un hoyo apareciendo
en tu mano. Imagina una puertita abriendo y dejando que la
energía salga. Imagina una manguera en cada una de tus palmas que emite psi
lentamente. No tiene que ser muy rápido, o tener bastante presión, solo tiene
que fluir naturalmente. No dejes que salga de tus manos; el siguiente paso te
ayudará con esto.
- En este punto deberás ser capaz de sentir el psi. Puede sentirse como calor, presión u hormigueo. Cuando sientas esto, junta tus manos un poco más – si existe una resistencia (aunque sea poca) sabrás que lo estás sintiendo.
Enfoca el flujo. Utilizando
la visualización, comprime el psi formando una bola en tu mano. También puedes
crear un cubo, un triángulo, ¡casi cualquier cosa!
5
Programa la bola psi. Esto se
vuelve más sencillo para algunos que para otros. Debes tener una intención
clara en tu mente. A veces te ayudará decirlo con palabras en tu mente. El
punto es asegurarte de que tu mensaje sea claro.
- Las bolas psi se pueden programar para casi cualquier cosa. Un uso común es para llamar la atención de alguien – programa la bola para que golpee a alguien, para hacerle saber a alguien que quieres hablarle. Esta bola puede viajar largas distancias para transmitir el mensaje.
Suelta la bola psi. Si la
programaste, entonces llevará a cabo su tarea tan pronto como la dejes ir. Si
hiciste una solo para practicar, entonces se disipará naturalmente.
W.H. / M.A.S.